Algunos se han aventurado a llamarlo el nuevo milagro antioqueño y razones no faltarían porque, después de 70 años de sufrir con carreteras estrechas y lomas sin fin, el departamento estrenará ocho autopistas de cuarta generación que modificarán el mapa y sus conexiones. A estas vías se les sumarán dos puertos en Urabá y el túnel del Toyo, que será el más largo de América Latina con 9,8 kilómetros.
Esa reconfiguración geográfica es a la que el gerente del Idea, Julián Vásquez, llama la Antioquia plana, un territorio que ya no tendrá que sortear premios de montaña para salir o entrar, como si fuera una carrera de ciclismo eterna, sino que podrá unir con facilidad sus subregiones con el centro productivo y económico situado en el Aburrá.
Hablamos con Vásquez de los desafíos que traerá esta nueva época, de los proyectos que adelanta el Idea en infraestructura y producción energética, de la recuperación del ferrocarril y de la reclamación a EPM por Hidroituango.
Habla de una Antioquia plana que se conforma con las vías 4G. ¿Qué era se abre para el departamento?
“Antioquia ha cambiado mucho, será plana porque las vías 4G así lo permitirán. Hay que seguir avanzando en la infraestructura vial, pero hay que pensar ahora en la dotación de capacidades, como una red hospitalaria y educativa robusta y buena conexión a internet, para que en los territorios se pueda avanzar en desarrollo inmobiliario e industrial, que las subregiones no sean solo para ir de paseo.
Antioquia tendrá unos años dorados por la reducción de tiempos para llegar a los territorios y la conectividad entre las mismas regiones. Impulsará el empleo formal y la vocación agrícola. Esa Antioquia plana tiene una oportunidad única para llevar capacidades y generar oportunidades en los mismos territorios. Para que el departamento siga creciendo, el desarrollo debe llegar a todas las subregiones. El desarrollo vial acercó a los municipios al centro de negocios y de toma de decisiones que es el Aburrá”.
Es como una regla de tres: si Antioquia tuvo esplendor industrial y económico encerrada entre montañas, cómo será ahora que por fin tendrá buenas carreteras.
“Es que Antioquia estuvo condenada a ser poco competitiva durante toda su historia, la realidad de las vías nos muestra que fue importante en el pasado, es importante ahora, pero será trascendental en el futuro. Por muchos años los empresarios antioqueños han impulsado iniciativas de todo tipo teniendo que subir y bajar montañas, eso ya no será necesario con las dobles calzadas, pero también hablamos de los puertos de Urabá y de la segunda pista del aeropuerto de Rionegro.
Este departamento está entrando en una edad dorada, se necesita ahora que los líderes públicos entiendan que la única forma de avanzar es unidos, no podemos venir a acabar con la institucionalidad y generar diferencias entre privados, públicos y sociedad civil”.
¿En qué proyectos apoyará el BID al Idea?
“Tuvimos una agenda sobre infraestructura vial y energía. Tenemos cuatro frentes, el primero de ellos el túnel del Toyo, esos esfuerzos se deben cumplir de la mano de la banca y el Idea es el llamado a ser el que resuelva los retos financieros. Otros frentes son el Tren del Río, la Doble Calzada Oriente, el Túnel de Oriente y las pequeñas centrales hidroeléctricas. Hablamos de eficiencia energética y de la primera banca pública digital de América Latina, que queremos que surja en octubre para combatir el gota a gota. El aliado natural de esta agenda es el BID”.
¿Y cuál será el papel del BID en estos proyectos?
“Cualquier proyecto necesita un cierre financiero que el Idea solo no alcanza a realizar. Queremos que Antioquia siga siendo foco de inversión del BID. Hace algunos meses EPM le prepagó deuda al BID por 400 millones de dólares, más allá de esa operación, queremos que el BID siga comprometido con el desarrollo de Antioquia. Algunos ejemplos: hemos propuesto cambiar la iluminación tradicional por luces LED; y queremos desarrollar la hidroeléctrica de Hidroarma, entre Sonsón y Aguadas, que requiere inversiones por $1,2 billones. Esos proyectos necesitan la concurrencia de recursos”.
¿Cómo va la búsqueda de inversionistas para las hidroeléctricas de Urrao?
“El Idea, de la mano de Gen+, una de sus filiales, licenció los proyectos Penderisco I y II, más La Loma, todos en Urrao. Cada uno de 19,9 megavatios y un valor por proyecto de $210.000 millones. Poner en operación los tres, con precios de mañana, costaría $1 billón. Con 60 megavatios hablamos de energía para 200.000 hogares. ¿Por qué Urrao? Primero, porque estaban licenciados. Segundo, porque vemos en ese corredor del Suroeste una serie de problemas de seguridad por el microtráfico. Llevar presencia institucional significa generar empleo y presencia de autoridades, además, se generan transferencias para los municipios. También se fortalecerá la T del Tonusco para suplir la oferta de energía del Suroeste y el Occidente, especialmente para Santa Fe de Antioquia, Caicedo y Anzá”.
¿Hay otras pequeñas hidroeléctricas en carpeta?
“Tenemos otro proyecto entre Valparaíso y Támesis, en el río Conde (3,5 megavatios), pero nos hemos puesto la meta primero de avanzar en los dos Penderisco y en La Loma para aportar energía al sistema interconectado nacional”