La Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá condenó a 35 exintegrantes de los bloques Calima y Bananero de las extintas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), por 345 hechos delictivos perpetrados principalmente en Valle del Cauca, Antioquia, Cauca, Huila y Quindío.
Entre los sentenciados en los dos fallos conocidos están Hebert Veloza García, alias HH; Juan Mauricio Aristizábal Ramírez, alias Fino; Dalson López Simanca, Janier Franco, Albeiro Antonio Úsuga Graciano, alias Robinson; Germán Enrique Pineda Cárdenas y Rover Enrique Oviedo Yanes.
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Los postulados del Bloque Calima fueron los responsables, entre otras, de las masacres de San Pedro, Chorreras, San Lorenzo y Piedritas. Esta última ocurrió en zona rural de Tuluá, en septiembre de 1999, cuando hombres armados incursionaron en varias veredas del corregimiento San Rafael, causaron la muerte a 13 pobladores, ocasionaron un desplazamiento masivo y ejercieron violencia de género sobre dos mujeres que fueron torturadas y sometidas a tratos crueles antes de ser asesinadas.
También se les halló responsables a los exintegrantes del Bloque Bananero de la masacre de Acandí (Chocó), ocurrida el 3 de noviembre de 1995, la cual dejó como resultado, al menos, seis personas muertas, secuestros, actos de tortura y el desplazamiento forzado de más 30 familias.
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De igual manera, las decisiones emitidas por la Sala de Justicia y Paz señalaron que hubo apoyo de empresarios y algunos integrantes de la fuerza pública para la llegada y expansión de los bloques Calima y Bananero en determinadas zonas del país, y a la forma en la que se generó la destrucción del tejido social y zozobra en la población civil. Asimismo, reconocieron los patrones de macro-criminalidad presentados por la Fiscalía, como fueron los de homicidio, desaparición forzada, violencia basada en género, reclutamiento y desplazamiento forzado.
Los postulados fueron condenados a penas ordinarias de entre 480 y 240 meses de prisión, y se les concedieron penas alternativas de ocho años, de acuerdo con lo establecido en la Ley 975 de 2005 (Ley de Justicia y Paz). Adicionalmente, deberán pagar multas que van desde los 9.000 hasta los 58.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Los crímenes de HH
Hébert Veloza García, uno de los más sanguinarios paramilitares que desangró al país, fue un actor clave en la expansión del paramilitarismo en Antioquia y Valle del Cauca.
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El 25 de noviembre de 2004, el jefe paramilitar se desmovilizó de forma colectiva el Bloque Bananero. En febrero de 2006 anuncia su voluntad de acogerse a Justicia y Paz, pero en agosto de ese mismo año regresó a la clandestinidad y es acusado por la Fiscalía de ser uno de los responsables del crimen de Carlos Castaño. El 3 de abril de 2007, Hebert Veloza es capturado en una finca en el Suroeste antioqueño y llevado preso a la cárcel de Itaguí. El gobierno anunció en ese momento que sería excluido de la lista de postulados a la ley de Justicia y Paz por no presentarse voluntariamente ante las autoridades. En marzo de 2009 fue extraditado y estando en Estados Unidos la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá lo condenó a 40 años de prisión y una multa de 17.950 salarios mínimos (aproximadamente 5.2 millones de dólares). Sin embargo, por estar postulado en el proceso de Justicia y Paz, Veloza recibió el beneficio de una pena alternativa, que el Tribunal estableció en siete años. Fue condenado por concierto para delinquir, homicidio en persona protegida, reclutamiento ilícito de menores, secuestro simple, desaparición forzada, tortura y hurto, entre otros delitos.
Veloza, tras su regreso de Estados Unidos, está libre desde el 28 de mayo de 2024, cuando Justicia y Paz le otorgó el beneficio de libertad condicional por cuatro años. Salió de las rejas de la cárcel La Paz de Itagüí. Después, en noviembre, fue designado por el presidente Petro como gestor de paz, nombramiento que rechazó en febrero de 2025. “La gestoría de paz, pediría de mi hacer exactamente lo que he venido haciendo por muchos años, sin que esta figura aporte nada nuevo en mi compromiso con la paz del país; toda vez que no tengo vínculo, contacto o ascendencia con estructuras ilegales actuales”, añadió el exparamilitar.