Desde Bogotá, ante el juez quinto especializado, se fijó para el 23 de febrero a las 8:30 a. m. el inicio de las audiencias preparatorias de juicio contra Diego Marín Buitrago, señalado por la Fiscalía como el presunto cabecilla de una red de contrabando. El ente de control lo acusó por los delitos de concierto para delinquir y cohecho propio.
‘El zar del contrabando’ asistió a la sesión por videollamada, ya que se encuentra privado de la libertad en Portugal. A pesar de la distancia con el país europeo: la justicia colombiana lo declaró en contumacia o rebeldía, lo que permite avanzar en el juicio aun sin su presencia física en el país.
En la audiencia, la fiscal 44 especializada de Bogotá expuso los argumentos que, según la Fiscalía, demuestran la existencia de una estructura criminal dedicada a cooptar funcionarios públicos.
La funcionaria afirmó que ‘Papá Pitufo’ encabezaba una red que ofrecía dinero, vehículos y teléfonos a integrantes de la Polfa para que pasaran por alto sus obligaciones de control.
De acuerdo con el ente acusador, los sobornos quedaron consignados en 17 reuniones, durante las cuales se habrían realizado 13 entregas de dinero, tres de equipos celulares y una de un vehículo. Estas ‘coimas’ tenían como propósito permitir el ingreso de cargamentos de cigarrillos, licores, textiles y calzado que luego eran distribuidos en el país sin ninguna revisión aduanera.
Su nombre empezó a sonar luego de que se destapara su presunta participación en la entrega de dineros ilícitos para la financiación de la campaña del, de ese entonces candidato presidencial, y hoy presidente Gustavo Petro.
Y es que el presidente de Colombia a inicios de este año admitió que en su campaña de 2022 recibió 115.000 dólares (500 millones de pesos) de Diego Marín, el señalado contrabandista conocido como ‘Papá Pitufo’. Pero, según dijo, ordenó que se devolviera ese dinero. Ese intermediario en la devolución habría sido Xavier Vendrell, un exdiputado independentista catalán que era muy allegado a Petro. Hasta el momento no se sabe si la financiación sí llegó a la campaña presidencial o no.
Marín fue detenido en Europa tras huir al enterarse de que estaba siendo investigado en Colombia. Primero se instaló en España, donde cambió de residencia en varias ocasiones, y luego viajó a Portugal, país en el que solicitó asilo político.
Aunque el gobierno portugués ya autorizó su extradición, la decisión definitiva sigue en proceso, pues aún se evalúa su petición de protección internacional.
Mientras tanto, la Fiscalía en Colombia avanza con el proceso penal que le permitiría juzgar en ausencia cuando hay pruebas suficientes y se ha declarado la rebeldía del acusado.
Según el expediente, ‘Papa Pitufo’ manejaba una red que llevaba años operando. Cada vez que cambiaban a los mandos de la Policía Fiscal y Aduanera, buscaba a los nuevos funcionarios que desempeñarían el cargo, para ofrecerles plata a cambio de dejar pasar la mercancía presuntamente ilegal.
La Fiscalía asegura que Diego Marín era quien movía y financiaba estas operaciones, porque tenía los recursos para mantener la red y blindarlas.
Su manera de operar era sencilla, pero efectiva: se ganaba la complicidad de funcionarios clave para esquivar controles y mantener abiertas sus rutas de contrabando.
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