La firma encuestadora AtlasIntel –de origen brasileño y célebre, entre otras, por pronosticar el triunfo del hoy presidente Javier Milei en Argentina–, quedó en medio del fuego amigo que se acentúa en las huestes del Centro Democrático. Lo anterior, por cuenta de las diferencias cada vez más sonadas entre los precandidatos Miguel Uribe Londoño y María Fernanda Cabal.
Hasta este lunes, la compañía estuvo a cargo de realizar el sondeo para la elección del candidato único del uribismo el próximo 28 de noviembre. Sin embargo, anunció que se apartaría del proceso ante “un riesgo reputacional en relación con nuestra imparcialidad”.
De fondo está la pelotera interna que desató Uribe Londoño, quien –en una carta dirigida al director del Centro Democrático, Gabriel Vallejo–, reveló que los dueños de AtlasIntel le admitieron que “vienen trabajando en un tracking contratado por empresarios colombianos y que tienen resultados que ponen en primer lugar a la senadora y precandidata María Fernanda Cabal según su metodología digital”.
Por ello, el dirigente alegó por supuestos “sesgos” a favor de Cabal y llamó la atención por un conflicto de intereses, indicando que la “susodicha empresa” estaba haciendo desde hace meses “una encuesta en Colombia y que daba como ganadora a la senadora Cabal”. Para el aspirante, era un hecho que “ya el ‘arbitro’ tiene una decisión adelantada con un resultado adelantado antes del proceso de encuesta”.
Ante la controversia, la firma resolvió bajarse del proceso. “Tras una solicitud de información por parte de uno de nuestros principales socios mediáticos en América Latina, se nos ha hecho saber que realizar una encuesta para el Centro Democrático podría generar un riesgo reputacional en relación con nuestra imparcialidad, en particular en lo que respecta a las encuestas públicas que AtlasIntel publique en la próxima contienda presidencial”, explicaron.
AtlasIntel, según su página web, combina “métodos cuantitativos y experimentales avanzados en análisis de negocios con tecnologías de big data de vanguardia para proporcionar información sólida, basada en metodologías científicas probadas”.
La firma combina varias formas de análisis de información. Por un lado, ofrece sondeos “de alta frecuencia para saber cuándo cambia la opinión pública y la probabilidad de los resultados políticos”. Además, cuenta con una herramienta de inteligencia de redes sociales que proporciona un monitoreo detallado de empresas, organizaciones, temas, campañas políticas, etc.
Por otro lado, la empresa proporciona encuestas representativas “utilizando su tecnología patentada de recopilación de datos y algoritmos de post-estratificación”. En esa línea, se destaca que una de sus fortalezas son los sondeos realizados de forma virtual, resaltando que son “más rentables, escalables y fiables” frente a otros procesos de medición.
Además de acertar en la elección de Milei, AtlasIntel le ha atinado a otros resultados electorales a lo largo de la región. Por ejemplo, recientemente una de sus encuestas reveló que la intención de voto por el hoy alcalde electo de Nueva York (Estados Unidos), Zohran Mandani ascendía al 43,9 %. Al final, el dirigente resultó electo.
Sin embargo, para Uribe Londoño la elección del candidato del Centro Democrático demanda “transparencia, auditabilidad y representación de todos los colombianos sin importar su condición social”.
Con todo, para el precandidato AtlasIntel “no tiene cómo auditar sus encuestas digitales; no tiene experiencia haciendo encuestas telefónicas políticas en Colombia; no tienen experiencia haciendo encuestas políticas en hogares de Colombia”, y sus sondeos por internet excluyen el 33,4 % de los colombianos que no tienen teléfonos inteligentes y no toman en cuenta zonas rurales.
Incluso, aunque Uribe Londoño reconoció que sobre la firma “abundan comentarios elogiosos por sus aciertos”, advirtió que también ha incurrido en resultados con “profunda” inexactitud. “Tan solo bastaría citar el ejemplo más reciente en agosto en Bolivia, en la que Rodrigo Paz –hoy presidente electo de esa nación–, quedó relegado a un séptimo lugar por esta empresa en su último sondeo preelectoral”.
En medio de los reclamos de lado y lado ha sobresalido un nombre clave que permitiría determinar no solo los orígenes, sino los alcances de la pelea: el asesor político Lester Toledo.
Se trata de un abogado y consultor de origen venezolano, que ha asesorado a políticos del calibre del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, así como la líder opositora María Corina Machado. Si bien Toledo fue contratado por el fallecido senador Uribe Turbay, su padre terminó reencauchándolo en su campaña y ahora es el centro de la controversia.
En su página web es descrito como activista político y “uno de los más destacados consultores políticos de la actualidad”, resaltando su experiencia como especialista en organización territorial y control electoral. “Ha sido miembro fundador del partido político Voluntad Popular, ex diputado al Consejo Legislativo del estado Zulia y actualmente funge como director de la firma Salto Angel Consulting”.
Sin embargo, según dejó entrever la congresista Cabal, Toledo sería el responsable de haber promovido los reparos contra la firma brasileña AtlasIntel, los cuales quedaron al descubierto tras la carta de Uribe Londoño.
“Se lo voy a decir con toda la franqueza: me incomoda y me preocupa que haya un ánimo de intervención de personas que han estado en muchas campañas y yo quiero investigar (...) Yo he escuchado que hay demasiado dinero que da vueltas en campañas en Colombia, en Norte de Santander, en el Magdalena, en Cúcuta, en Medellín y ahora pueden estar en esta campaña. Me preocupa que estemos ahora con financiación de quién sabe qué intereses para que el partido se deshaga”, señaló Cabal en diálogo con la emisora W Radio.