Gustavo Petro quedó registrado en la historia de Colombia como el primer presidente sancionado con la Lista Clinton por parte del gobierno de Estados Unidos, que lo considera un supuesto auspiciador del narcotráfico de cocaína transnacional.
La decisión, que tuvo el aval del presidente Donald Trump, fue comunicada el pasado 23 de octubre por Scott Bessent, secretario del Departamento del Tesoro, quien señaló: “Desde que Petro llegó al poder, la producción de cocaína en Colombia se ha disparado a su nivel más alto en décadas, inundando Estados Unidos y envenenando a los estadounidenses (...). El presidente Petro ha permitido el florecimiento de los carteles de la droga y se ha negado a detener esta actividad”.
La medida también afectó a su hijo Nicolás Petro Burgos y a la Primera Dama, Verónica Alcocer, al igual que al ministro del Interior, Armando Benedetti.
En la teoría, la inclusión en la Lista Clinton o de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés), implica que ninguna empresa estadounidense puede tener relaciones comerciales con los afectados; pero en la práctica, genera un congelamiento de los activos bancarios y las transacciones económicas a nivel mundial.
Aunque es claro que la sanción financiera fue una retaliación de Trump por los constantes desaires cometidos contra él por Petro, tanto en redes sociales como en escenarios políticos, la Casa Blanca fundamentó la medida en la Orden Ejecutiva N°14059, diseñada para extranjeros que hayan “participado o intentado participar en actividades o transacciones que hayan contribuido materialmente o representen un riesgo significativo de contribuir materialmente a la proliferación internacional de drogas ilícitas o sus medios de producción”.
El Departamento del Tesoro fustigó las políticas de seguridad del mandatario, recalcando que solo sirvieron para disparar el negocio del narcotráfico y favorecer a los criminales.
En su informe, la entidad indicó que Petro “es un exguerrillero elegido presidente en 2022”, le recordó que por su culpa Colombia fue suspendida del Egmont Group (la más grande comunidad de inteligencia financiera del mundo) y que “ha otorgado beneficios a organizaciones narcoterroristas bajo su plan de ‘paz total’, lo que ha llevado a niveles récord de cultivo de coca y producción de cocaína. El 15 de septiembre de 2025, debido a las acciones de Gustavo Petro y sus secuaces, el presidente Trump determinó que Colombia es un importante país de tránsito o producción de drogas, y que está incumpliendo manifiestamente sus responsabilidades en materia de control de drogas”.
Ante los señalamientos, la defensa de Petro ha sido lacónica. El mismo día trinó en X: “Luchar contra el narcotráfico durante décadas y con eficacia me trae esta medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína. Toda una paradoja, pero ni un paso atrás y jamás de rodillas”.