La abogada caleña, lideresa feminista y defensora de los derechos humanos Catalina Martínez Coral fue seleccionada en la prestigiosa lista de la revista estadounidense Time que reconoce a los 100 líderes emergentes más influyentes en el mundo.
En esta edición, donde aparecieron reconocidas personalidades como Becky G, Lamine Yamal, Erika Kirk o Tate McRae, la activista de 40 años figuró como la única colombiana en la lista de 2025.
Martínez, vicepresidenta para América Latina y el Caribe de la ONG global Centro de Derechos Reproductivos, ha liderado litigios históricos en defensa de los derechos sexuales y reproductivos en el continente.
La lideresa fue una de las demandantes junto con el movimiento Causa Justa que logró la despenalización del aborto en Colombia en 2022, y el litigio del movimiento Niñas No Madres, que consiguió fallos de la ONU contra Ecuador, Guatemala y Nicaragua por negar el acceso al aborto a niñas víctimas de violencia sexual.
“Desde muy temprana edad estuve muy llamada a trabajar en temas de derechos humanos y activismo social (...) siempre tuve mi corazón activista”, cuenta en entrevista con EL COLOMBIANO. Su trayectoria empezó en el campo más amplio de los derechos humanos, pero pronto se inclinó hacia la defensa de los derechos de las mujeres.
La notificación de Time le llegó hace apenas dos semanas y confesó que el reconocimiento la tomó por sorpresa. “La revista hace seguimiento a liderazgos importantes alrededor del mundo en diferentes ámbitos y luego poco a poco va delimitando la lista de los 100 y se comunica. Fue muy hermoso darme cuenta que me iban a reconocer en esa lista tan prestigiosa”.
Para Martínez este reconocimiento tiene un sentido colectivo. “No es un reconocimiento que yo asumo de forma individual porque al final tengo que reconocer todos los logros que hemos tenido, las decisiones que hemos ganado (...) para mí también es una gran oportunidad de ocupar un espacio que no solemos ocupar y con una lucha colectiva feminista que tampoco muchas veces es reconocida y entonces eso nos abre unas plataformas de comunicación para poder pasar estos mensajes. Creo que es un vehículo para seguir trabajando por lo que verdaderamente importa, que es esta lucha colectiva por los derechos de las mujeres”, afirmó.
Además, añadió que en su trabajo y su lucha “me reflejo enormemente en las situaciones de injusticia que viven las mujeres, aquellas que mueren porque no pueden acceder a un aborto legal, aquellas niñas que son víctimas de violencia sexual, inclusive por las personas que tienen que cuidarlas, aquellas mujeres que no pueden hablar o que no pueden usar su poder de decisión porque vivimos en sociedades que nos ha arrebatado eso”.
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Retos en Colombia
La sentencia de la Corte Constitucional que despenalizó el aborto en Colombia en 2022 fue un hito, pero la lideresa advierte que aún quedan retos.
“Implementar una decisión como esta tiene que obligarnos a irnos más allá de la ley, de la política pública, del protocolo... Al final lo que termina existiendo, pese a que haya una ley que despenaliza o que legaliza el aborto, lo que puede seguir existiendo en una sociedad son estigmas, tabúes, miedos”, sostuvo.
Si en Colombia una niña o una adolescente se ve en una situación de vulneración de derechos, o que viva un círculo de violencia, puede acercarse a Niñas No Madres a través de sus canales y contar su historia.
El movimiento, señala Martínez, funciona como puente al identificar cuál de las organizaciones aliadas es la más adecuada para ofrecer acompañamiento, asesoría o información según cada caso.
Finalmente, el mensaje de Catalina a las jóvenes que apenas comienzan en el activismo y que quieren seguir esos pasos es confiar en la fuerza colectiva.
“Yo les diría que sigan la lucha sin miedo, que pareciera que estamos enfrentando tiempos regresivos y que entonces la lucha se vuelve más difícil, pero lo cierto es que nunca ha sido fácil... Nuestra fuerza colectiva es infinitamente mayor a cualquier miedo que nos quieran imponer”.
“No todos lo van a poder hacer solas y ojalá encuentren una red que en un mundo en donde pareciera que el individuo es el que tiene que brillar, pues el feminismo está acá para decir: nosotras podemos hacer las cosas colectivamente y juntas somos más fuertes”, concluyó.