No cesa la controversia en las filas del Partido Conservador por cuenta del pulso entre quienes –al parecer movidos por puestos y burocracia–, insisten en apoyar las reformas del gobierno de Gustavo Petro y aquellos que, reivindicando su independencia, toman distancia y no le caminan al Ejecutivo. La crisis llevó a que su presidente, el senador Efraín Cepeda, presentara su carta de renuncia. Sin embargo, este jueves el directorio del partido negó su dimisión y lo ratificó para llevar la batuta de la colectividad.
Justamente, en la mañana de este jueves –en una reunión virtual– el directorio fue convocado de urgencia para analizar lo ocurrido. Allí tienen asiento 13 dignatarios conservadores, entre congresistas y dirigentes de antaño, quienes ratificaron a Cepeda, lo que entre líneas manda el mensaje de que se impuso aquella ala que, sin ser 100 % de oposición a Petro, sí insiste en sus reparos y no le camina de forma irrestricta a los proyectos del Gobierno.
El encuentro, según fuentes consultadas por este diario, arrancó y se zanjó con una única proposición del senador monteriano Marcos Daniel Pineda, quien pidió ratificar a Efraín Cepeda y negar su renuncia debido a su buen desempeño en la Presidencia de la colectividad. Particularmente, sus posturas críticas en contra de las reformas que, en opinión de congresistas, no le convienen al país.
“Todos aceptaron, nadie se opuso”, contó uno de los asistentes, que incluso destacó el voto del senador paisa Carlos Andrés Trujillo, quien no hizo intervención alguna, pero votó no a la renuncia de Cepeda. No es un hecho de poca monta si se considera que Trujillo es cercano al petrismo y fue clave para que, en un primer momento, el partido se declarara de gobierno e integrara la bancada del presidente Gustavo Petro.
Otro de los presentes, el también senador paisa Nicolás Albeiro Echeverry, accedió a hablar con EL COLOMBIANO con nombre propio y se limitó a decir que lo que viene ahora es un pronunciamiento al unísono en el que el partido ratifique su independencia y precise que ningún miembro está autorizado para aceptar participación burocrática o acceder a pretensiones gubernamentales.
La crisis interna en la colectividad goda quedó al desnudo tras el eventual nombramiento de la próxima ministra de Deporte, Luz Cristina López Trejos, considerada ficha de un ala de la bancada goda en la Cámara de Representantes, puntualmente con uno de los pesos pesados del partido en la Costa Atlántica: el representante Ape Cuello.
Lo que viene ahora, explicaron fuentes del directorio, es el estudio de una decisión clave que marcará el derrotero de los conservadores en su relación con el Gobierno: si de ahora en adelante votarán en bancada los proyectos del Ejecutivo –lo que implica que debe haber una postura conjunta y que todos están obligados a votar de la misma forma– o si cada cual quedará en libertad para votar según sus convicciones e intereses.
“El voto en bancada sería el muro para contener a los que simpatizan con el Gobierno y le dicen sí a sus proyectos. Seguro no darán su brazo a torcer y esa puja definirá el camino del partido”, explicó otro de los miembros del directorio.
Lo cierto hoy es que la nueva ministra del Deporte no sería la única cuota del Partido Conservador en el ‘gobierno del cambio’, que otrora criticaba la mermelada y la entrega de cuotas políticas a congresistas a cambio del trámite exitoso de proyectos. De hecho, este miércoles el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, intentó acallar las voces críticas al asegurar que la próxima ministra del Deporte “no tiene la representación política de ningún partido”.
Según fuentes al interior de la colectividad, el propio Trujillo –quien dirigió la colectividad entre junio de 2022 y febrero de 2023– tendría cuotas burocráticas en instituciones como la Fiduagraria (una entidad de servicios financieros filial del Banco Agrario), así como en la Agencia Nacional de Educación Vial.
De hecho, hoy por hoy en esa Agencia permanece como directora Mariantonia Tabares Pulgarín, considerada cercana a Trujillo y que incluso, se desempeñó como abogada del Hospital del Sur en Itagüí, uno de los fortines del congresista.
Por otro lado, en el ramillete figura el representante Wadith Alberto Manzur, nada menos que el presidente de la Comisión de Acusación de la Cámara. Al parecer, el congresista tendría fichas en Ferrocarriles Nacionales de Colombia. No es un parlamentario cualquiera: la Comisión que preside es la encargada de procesar al presidente Gustavo Petro en medio de los procesos por presunta financiación ilegal de su campaña. Incluso, su nombramiento en ese puesto fue acordado con el Gobierno.
Finalmente, sobresale el nombre de Ape Cuello, representante del Cesar y quien hoy es señalado de poner sobre la mesa el nombre de Luz Cristina López Trejos como próxima ministra del Deporte, quien también haría las veces de enlace entre la bancada y el Ejecutivo. El propio Cuello dejó al descubierto su interés por los asuntos deportivos luego de que mediara para que el equipo de fútbol Alianza Petrolera de Barrancabermeja se mudara a Valledupar.
Ape Cuello y Wadith Manzur fueron algunos de los representantes conservadores que sostuvieron un encuentro a finales de año en Casa de Nariño con el presidente, al parecer, para avanzar en las reformas sociales. Al encuentro también asistieron el representante Fernando Niño, vicepresidente de la Cámara; la representante Ingrid Sogamoso; Juan Loreto Gómez, presidente de la comisión Cuarta de Presupuesto, y el representante Nicolás Barguil, primo del excandidato presidencial David Barguil.