Aunque su nombramiento se hizo hace algunas semanas, el exalcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, no ha podido viajar hasta Palestina para cumplir sus funciones como embajador en ese país que es reconocido como Estado por Colombia desde 2018. El problema no tiene que ver con el embajador, sino con asuntos geopolíticos.
Colombia rompió relaciones con Israel. Por tanto, Ospina no podría entrar a Ramallah, la capital del Estado palestino, y donde se supone que estará la sede de su oficina diplomática. A principios de abril de este año, el exalcalde le dijo a EL COLOMBIANO que “en esa ciudad hay unas 40 embajadas que reconocen al Estado palestino” por lo que la sede diplomática, como alternativa, “podría ser desde Jordania, Egipto o Qatar”.
Sucede que en Cisjordania, donde queda Ramallah, no hay aeropuertos y el más cercano es el de Tel Aviv, capital de Israel. En tierra también el acceso sería por Jerusalén, que es territorio israelí.
“Tengo interés de viajar lo más pronto posible y hacer fuerza para que me dejen entrar. Me sentiría muy mal si no lo consigo”, dijo el embajador a El País.
Jorge Iván Ospina fue alcalde de Cali en el periodo pasado y pertenece al sector del Partido Alianza Verde más cercano al petrismo. Sería el primer embajador colombiano ante Palestina porque el expresidente Santos reconoció a ese territorio como Estado una semana antes de dejar el poder en 2018.
Según la entrevista del embajador Ospina con El País, sus tres prioridades en estos poco más de 14 meses que le quedan de mandato a Gustavo Petro son: avanzar en la liberación del ciudadano colombo-israelí Elkana Bohbot —secuestrado por el grupo extremista Hamás que gobierna de facto en Gaza y cometió el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023—, apoyar el respaldo humanitario de la comunidad palestina e impulsar el reconocimiento de los dos estados.
