Fotos de las víctimas, ramos de flores y velas blancas encendidas fueron los elementos que acompañaron la entrega digna de los restos de los ocho campesinos masacrados en zona rural de Calamar (Guaviare). La ceremonia fue adelantada por Medicina Legal y la Fiscalía.
Las víctimas eran líderes religiosos y sociales. Nada tenían que ver con la disputa que sostienen los actores armados por el control del territorio. Fueron arrastrados por las disidencias del Frente Armando Ríos de las Farc, fueron interrogados, secuestrados, obligados a cavar una fosa y, después, fusilados.
El acto simbólico ocurrió en el auditorio de Medicina Legal de Villavicencio (Meta) y contó con la presencia de familiares de las víctimas, peritos forenses y funcionarios judiciales. Durante la ceremonia se entregaron documento de identificación plena de los cuerpos y una exposición detallada del proceso de ubicación, recuperación e identificación de los restos.
Las víctimas son Jesús Valero, Carlos Valero, Marivel Silva, Isaid Gómez, Maryuri Hernández, Óscar Hernández, James Caicedo y Nixon Peñaloza Chacón. Todos estaban desaparecidos desde el pasado mes de abril.
De acuerdo con la Fiscalía, los líderes sociales y religiosos llegaron a Calamar provenientes del departamento de Arauca. La mayoría de ellos empezó a organizar actividades comunitarias, agrícolas y religiosas: no pertenecían a ninguna organización política o armada. Pero eso incomodó a los ilegales.
El pasado 4 de abril los religiosos recibieron una videollamada en la que eran citados por el grupo armado ilegal. Prometieron que regresarían antes de las 3:00 de la tarde. Dos de ellos asistieron y fueron trasladados en lancha con rumbo desconocido, tres días después, los otros seis miembros de la comunidad también fueron arrastrados por los armados.
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Raúl González, fiscal delegado para la criminalidad, afirmó que, sin ningún sustento, los hombres de Iván Mordisco ejecutaron a los religiosos porque –en medio de la paranoia– creyeron que habían llegado desde Arauca para crear una célula guerrillera del ELN.
El Guaviare se convirtió en un epicentro de disputa entre los actores armados. Allá ya hay una lucha a sangre y fuego entre las facciones disidentes del Estado Mayor Central y del Estado Mayor de Bloques y Frentes –la disidencia que comanda alias Calarcá–.
La Defensoría del Pueblo ya había advertido –en su alerta temprana 001 de 2025– que esa disputa puede llevar a que se cometa el reclutamiento de niños, confinamientos, desplazamiento forzado y homicidios de líderes comunitarios. Las alertas están encendidas en Putumayo, Caquetá, Huila, Amazonas, Meta y Guaviare.
¿Quién es el responsable de este crimen?
Wainer Javier Valencia, alias Wainer es el señalado por la inteligencia militar como uno de los responsables de esta masacre. El hombre habría iniciado su vida criminal en 2007 cuando se enlistó al Frente Comuneros del Sur del Eln en Nariño, pasó por la estructura Oliver Sinisterra de las disidencias y desde 2025 es uno de los cabecillas del Frente Armando Ríos de las disidencias del Estado Mayor Central en Guaviare.
Wainer es uno de los subalternos de alias Iván Mordisco. Se sabe que ha recibido entrenamientos como miliciano, combatiente, curso de mando y en manejo de explosivos. Se ha sabido mover sobre las selváticas zonas del río Vaupés, Apaporis, Unilla de los municipios de Calamar y Miraflores en Guaviare.