La senadora de la Alianza Verde habló con EL COLOMBIANO sobre el futuro del proyecto en último debate. Si bien vaticinó sendas discusiones, se declaró esperanzada de que la iniciativa salga adelante. Sin embargo, alertó por un último paso: la conciliación.
Aunque se declara optimista, la senadora Angélica Lozano –quien lideró la discusión de la reforma laboral en tercer debate–, no deja de advertir que sectores petristas y el propio Gobierno Nacional buscarán frustrar el trámite del proyecto en último debate.
“Ellos necesitan que esto salga mal, necesitan que no haya ley para que haya hostigamiento y campaña”, advierte la congresista de la Alianza Verde en diálogo con EL COLOMBIANO, precisando que hoy los tiempos dan para que el proyecto quede listo antes del 20 de junio.
Sin embargo, alerta que, más allá del debate en plenaria, los ojos están puestos en la conciliación, el último paso para que el proyecto sea ley. “Tienen una estrategia de hostigamiento y de difusión de mentiras”, agrega.
¿Cómo cree que está el ambiente en el Senado ahora que la reforma llega a último debate en la plenaria?
Muy bien, porque el Senado está a la altura del país y va a sacar una buena reforma laboral: a tiempo, justa e incluyente. Acá todos ponen, nadie impone. Será una discusión intensa, con pupitreada, debate y discurso, pero va a salir una buena reforma.
¿Cómo superar esa desconfianza que hay entre sectores gobiernistas, que no dejan de advertir que le podrían hacer ‘conejo’ al espíritu del proyecto?
No creo que sea desconfianza, es que ellos no quieren ley. Ellos necesitan que esto salga mal, necesitan que no haya ley para que haya hostigamiento y campaña con plata pública.
Ya lo dijo el ministro (Armando Benedetti), amenazando con sacar el proyecto por decreto. Ellos quieren es consulta popular. Entre reforma laboral y consulta, ellos quieren consulta porque es hacer campaña desde los ministerios y los departamentos.
Insisto, no creo que sea desconfianza, solo que no les conviene ni les interesa que haya reforma laboral.
¿Cree que haya un ánimo conciliatorio en plenaria? ¿El petrismo estaría dispuesto a ceder para sacar adelante su propia reforma?
Están desnudos ante el país. Colombia está viendo un Senado que hace una ley seria y de fondo. Esta es una reforma laboral que moderniza, es drástica y real. Entonces están quedando desnudos los del Gobierno. Ellos quieren 1.000 excusas para lo que sea.
En la jornada de este miércoles hablaron de paro. Dicen que no lo organizaron, pero todos vimos cómo son ellos los que convocan.
Lo que importa es que la ciudadanía vea al zapatero a sus zapatos. ¿Qué zapatero hace el trabajo? El zapatero Congreso hace su trabajo, que es ley. El Gobierno gobierna. Pero no, el Gobierno está en campaña y quiere que esto se frustre. Están muy en evidencia que no quieren reformar laboral, quieren es hacer campaña.
Frente a lo que se aprobó en tercer debate de la reforma, ¿qué puntos no la convencen?
Siempre hay cosas que se pueden mejorar. Lo vamos a hacer desde la ponencia cuando son cosas de forma y arreglos menores. Lo es un debate sano y válido.
Es decir, como se aprobó el proyecto en la Comisión Cuarta, usted queda tranquila y no se requerirían cambios mayores...
Es un proyecto robusto, de fondo, innovador. Logramos mejorarlo. Desde que el Gobierno lo radicó, los informales estuvieron olvidados. Es decir, medio país olvidado: los que viven del rebusque y ganan menos del mínimo no existían.
El Senado le metió la ficha, en serio, a buscar pasar de la informalidad a la formalidad. Esa es una mejora robusta. Los temas están ahí, toda la carne sobre el asador.
Frente a los tiempos, ¿qué viene? El proyecto debe estar aprobado antes del 20 de junio...
Son ocho días de tránsito. Este miércoles es el primer día. En esos ocho días no se puede discutir en plenaria y es el tiempo para construir la ponencia. ¿Serán los mismos ponentes? Luego vendrá la plenaria, que se tomará los días que sean necesarios. Yo calcularía que pueden ser tres o cuatro: impedimentos se lleva una sesión, viene la discusión, etcétera. Soy optimista, estamos bien de tiempo.
¿Cuándo entonces podría arrancar el debate en ciernes?
Si se puede, desde el 5 de junio. Yo creo que estará aprobada en una semana, quizá el 12 de junio. Hay que tener en cuenta que este proyecto no puede ir a sesiones extras porque su término vence el 20 de junio. Tiene que estar terminado.
El punto en el que el Gobierno puede hundir el proyecto es en la conciliación: no es un quinto debate, sino es un paso más administrativo, si se quiere, para fusionar el texto de Cámara y Senado.
Le explico a sus lectores. Si el proyecto tiene 80 artículos y 40 son iguales en Cámara y Senado, listo, esos 40 ya están. En los otros 40 toca escoger. Digamos que sobre determinado tema la Cámara dijo A en su texto y el Senado dijo B. Puede que uno tenga una frase más, una frase menos, puede que sea una diferencia de forma o de fondo.
Acá tiene que escoger la comisión de conciliadores: A o B, no I, ni mezclar, ni juntemos esta frase buena de aquí con esta frase de allá. Si el Gobierno sí quiere hundir este proyecto lo intentaría en la conciliación y por supuesto que eso sería lamentable.
¿Cree que eso pueda llegar a pasar?
Juguemos en positivo, pensemos en positivo. Saldrá una buena ley –como viene y como la plenaria con seguridad va a refrendarla–. Eso sí, la plenaria pondrá su sello, se darán los debates y viene una discusión a voto limpio. Unas cosas quedarán, otras no, pero va a salir una buena ley.
Pensemos y esperemos lo mejor, pero lamentablemente sí debo reconocer que tienen una estrategia de hostigamiento y de difusión de mentiras. Ellos dicen que la reforma está desnaturalizada, que es neoliberal y patronal. ¡Carreta! Ellos juegan mucho a la mentira, en eso son muy trumpistas.
