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“No soy delincuente ni ningún perro”: general Huertas niega vínculos con alias ‘Calarcá’, a pesar de pruebas en su contra

El general Juan Miguel Huertas negó cualquier nexo con las disidencias de las Farc, cuestionó las acusaciones que lo vinculan a infiltraciones y falsos positivos, y aseguró que se trata de un montaje sistemático para afectar su carrera.

  • El uniformado defendió su reintegro al Ejército, rechazó versiones sobre pérdida de confianza de EE. UU. y desestimó pruebas documentales que considera adulteradas o falsas. FOTO: CORTESÍA
    El uniformado defendió su reintegro al Ejército, rechazó versiones sobre pérdida de confianza de EE. UU. y desestimó pruebas documentales que considera adulteradas o falsas. FOTO: CORTESÍA
hace 2 horas
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Pasados casi 20 días desde que se conoció la investigación periodística que puso al descubierto la presunta infiltración de las disidencias de las Farc en el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la supuesta vinculación del general Juan Miguel Huertas en el entramado, este miércoles el uniformado rompió su silencio y se refirió a los señalamientos.

Reclamando que se trata de “acusaciones que buscan afectar mi nombre y mi trayectoria militar”, el general Huertas respondió a las revelaciones de Noticias Caracol, luego de ser señalado de presuntamente mantener una comunicación con las disidencias de las Farc al mando de alias ‘Calarcá’.

Si bien los informes de prensa son contundentes y abarcan contraste con al menos 25 fuentes, sumado a nuevas revelaciones sobre la supuesta participación del uniformado en hechos como falsos positivos, Huertas insistió en su inocencia y lo enmarcó todo en una supuesta campaña de desprestigio en su contra.

“Quiero dejar claro que no existe ninguna prueba seria que respalde esas acusaciones. Cuando diferentes actores coinciden en difamar, normalmente estas acciones responden a una estrategia o tensiones que no tienen que ver con la verdad, sino con el momento político o personal que atraviesa cada una de esas personas”, alegó el uniformado en diálogo con la emisora W Radio.

El general Huertas –quien fue reincorporado al servicio por el presidente Petro–, se refirió también a señalamientos formulados por exministros del Gobierno de Iván Duque (2018-2022), quienes aseguraron que la salida de Huertas del Ejército en 2022 no fue casualidad, sino que se fundamentó en las alertas del Gobierno de Estados Unidos “sobre posibles y sospechosas relaciones con grupos criminales”.

“No tengo conocimiento de lo que dicen. Lo que sí le puedo decir es que desde que inicié mi vida militar como subteniente he estado en las diferentes áreas de orden público y todas mis unidades han sido exitosas”, aseguró, señalando que tuvo un primer contacto con el presidente Gustavo Petro a finales de 2023.

“A finales del 2023 personas allegadas al señor presidente me lo presentaron y qué puedo decir. Lo primero: que me pareció una persona inteligente, humilde y razonable. Y el simple hecho de que me hubiera escuchado, hubiera tomado atención, me dejó ver la calidad de persona que es (...) El presidente verifica la injusticia que se cometió conmigo en el 2021”, precisó.

El uniformado se refirió también a un episodio relacionado con un audio que supuestamente le hizo oír al hoy jefe de Estado en el que el general en retiro Eduardo Zapateiro, al parecer, se refería a un supuesto complot en contra de él. “El presidente escuchó un audio por razones que no puedo decir ahorita (...) no viene al caso y no es prudente”.

No obstante, reclamó que dentro del Ejército “sí hay gente que grita ‘ajua’ y se quiere hacer ver como defensor de la patria”. Incluso, llegó a decir que si le llega pasar algo a él o a su familia “eso tiene nombre propio y va a ser Mario Sarmiento Reyes (actual coronel del Ejército) y Eduardo Zapateiro”.

“Colocaron a una persona que se hacía pasar por mí”

Por otro lado, el general –quien reiteró los éxitos de su trayectoria militar– fue enfático en señalar que no se ha reunido “con ningún emisario de alias ‘Calarcá’” y negó haber tenido algún tipo de acercamiento con allegados a las disidencias.

“Nunca he hablado con ningún emisario de ‘Calarcá’. Nunca. Ni con Calarcá ni con ninguno de sus cabecillas. ¿Por qué aparece eso ahí? No tengo ni idea, pero lo que sí le puedo decir es que si alguien dice eso, primero, no me lo presentaron como miembro activo de las disidencias de ‘Calarcá’, si es que me presentaron a alguien. Y si me lo presentaron, pues que me diga si volví a hablar con él, me volví a reunir, tengo alguna llamada. No tengo nada de eso, ni va a existir”, afirmó.

Para el uniformado, lo que hay detrás de las acusaciones es un asunto “sistemático”, al tiempo que alegó que “lo mismo le hicieron” al coronel José Luis Esparza, quien fue clave en la operación Jaque, o al excomandante del Ejército Nicacio Martínez Espinel. “Ellos ya saben cómo hacerlo, pero repito, nunca me he reunido con nadie de ‘Calarcá’. Jamás (...) Si se analiza punto por punto no tiene lógica. Es algo que la verdad se sale de toda lógica, es pura mentira”.

Incluso, alertó que ya tenía información sobre un supuesto montaje en su contra. “El señor general (Luis Fernando) Navarro, que era el comandante de las Fuerzas Militares, en mayo me dijo ‘Juan, si no lo saco de contra inteligencia, a usted le montan algo y lo mandan para la cárcel’, y ahí fue cuando salí para Arauca”, agregó.

De acuerdo con el general Huertas, desde su llegada a la inteligencia del Ejército “hubo gente, oficiales de inteligencia, que no estaban a gusto con la llegada mía ahí (...) hubo unos oficiales de inteligencia, que ahorita no viene al caso dar el nombre de ellos, que no les gustó. En 2020 –una vez salgo de contrainteligencia para Arauca–, colocaron a una persona que se hacía pasar por mí. Llamaba a oficiales, llamaba a suboficiales, pedía favores y pedía de todo. Pedía plata a nombre mío”, reclamó.

Sobre su reintegro al Ejército, el general destacó que fue el propio Petro quien analizó su hoja de vida y pudo verificar su historial. En ese sentido, negó que tuviera información de que supuestamente las autoridades de Estados Unidos hubiesen perdido confianza en su integridad, lo que habría llevado a su baja durante el Gobierno Duque.

“Cuando a mí me llama el general Eduardo Zapatero, en noviembre de 2021, me dice que yo ya no seguía más en el Ejército. No me dio ninguna explicación. Yo le dije, mirándolo a los ojos, ‘le quiero decir que yo no soy bandido, no soy delincuente ni soy ningún perro’. Me dijo que él no me estaba diciendo eso. Fue lo único que me dijeron”, indicó.

El uniformado expresó su inconformidad por la decisión, destacando que durante su ejercicio militar combatió y capturó a cerca de 400 cabecillas del ELN y las Farc, sumado a labores contra el narcotráfico.

“Es imposible que usted esté ayudando a una estructura y le capture a los cabecillas y si es por narcotráfico se les incautaron más de 7 toneladas de marihuana y más de 2 toneladas de cocaína. Y todo esto es verificable (...) entonces no sé a qué se refieren con la pérdida de credibilidad”, declaró.

Frente a su relación con otro de los implicados en el caso, Wilmar Mejía –suspendido jefe de inteligencia estratégica de la DNI (Dirección Nacional de Inteligencia)–, el general Huertas explicó que lo conoció a finales 2023. “Me lo presentó el señor coronel Javier Ortiz. Y ese día, cuando me lo presentaron, también estaba el señor general (Luis Emilio) Cardozo, hoy en día el comandante del Ejército Nacional. Me lo presentaron como una persona honesta, una persona afecta a la institución”.

Cuestionado sobre si Mejía tuvo algún tipo de injerencia para que fuera reincorporado al Ejército, el uniformado se limitó a decir que “eso no podría decírselo, tocaría preguntarle a Wilmar Mejía”.

Salpicado en falsos positivos

En otro de los apartados de la entrevista que ofreció a la emisora W Radio, el general Juan Miguel Huertas habló sobre las acusaciones realizadas por uniformados que advirtieron que, por órdenes directas suyas, tenían que ejecutar civiles y presentarlos como bajas en combate.

En Granada, oriente de Antioquia, cuarenta exintegrantes de la IV Brigada del Ejército comparecieron ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y reconocieron, por primera vez de manera pública, su participación en asesinatos y desapariciones forzadas cometidos en esa región.

“A mí me acusan y me quieren colocar hechos en el Batallón de Artillería No. 4 ‘Jorge Eduardo Sánchez’ (BAJES) desde 2002 y 2003. En 2002 no estuve en el Batallón. Estaba haciendo curso para mayor. Llegué en enero de 2003”, afirmó, desestimando las acusaciones de uniformados que lo vinculan con los casos.

“No los conocía. Quienes dan las órdenes es el comandante del batallón y el ejecutivo y segundo comandante. Yo no daba ninguna orden. Al momento de los hechos que ellos mencionan, yo no estaba en ese batallón. Yo ya estaba en el Batallón Tarqui en Sogamoso. Entonces, ¿cómo le iba a dar una orden de esas? Ahora, ¿será que uno conoce una persona y le va a dar una orden de esas? A mí en mi casa me enseñaron principios y valores. Me enseñaron el temor ante Dios. Todo mi actuar se puede verificar en mis folios de vida”, dijo.

El uniformado insistió en que mientras no haya combates no puede haber bajas. “La gente se captura. Es más importante un capturado que un muerto en desarrollo de operaciones. Entonces, ¿por qué en dos o tres meses que estuve iba a cambiar esa mentalidad? Eso es imposible. Cada quien debe hacer cargo de los hechos que uno comete, de lo que uno hace”.

Sin embargo, lo cierto es que un informe del portal Cuestión Pública reveló que el oficial Huertas sí firmó documentos de una operación que terminó en un falso positivo. Se trata de Norberto de Jesús Isaza Guzmán, quien perdió la vida en julio de 2003.

“Bueno, yo para el 21 de julio no estaba en el batallón (...) si usted mira la orden de operaciones está la firma mía, porque sí es la firma mía, y arriba dice, ‘24 abril al 30 abril’, o sea, cogieron una firma de abril y la colocaron ahí (...) Y tengo los documentos de fecha 13 abril, 15 abril y 17 abril que aparecen con la firma mía o el nombre mío, pero no es mi firma. Es más, hay un documento que aparece como mayor huertas y yo era capitán. Esos documentos yo también los tengo”, declaró.

El uniformado negó también que haya tenido acercamientos con empresas de seguridad ni con la Superintendencia de Vigilancia. Al parecer, según la investigación, se trataría de empresas fachadas para conseguir supuesto armamento para las disidencias. “Nunca he hecho parte de una empresa de seguridad. Ese tema no me ha interesado”.

Además, rechazó las acusaciones que lo vinculan con la supuesta filtración de frecuencias del Ejército que habrían terminado en manos de las disidencias. “Es imposible que uno retirado pueda hacer eso. Los que manejan la programación, las frecuencias y los códigos de esto son los de comunicaciones”.

Destacando que asumió “con total entereza” la suspensión de la Procuraduría, indicando que “siempre ha acatado la ley y las normas”, el general Huertas afirmó que se reunió con el entonces ministro de Defensa, Iván Velásquez: “Me reuní el día que me informó que me iban a reintegrar. Pero que yo fuera permanentemente al Ministerio es mentira, no iba a las unidades militares”.

Por último, sobre el reporte de Noticias Caracol, negó haber buscado a exgenerales para tratar de impedir la publicación. “No, yo no llamé a nadie”, indicó, asegurando que supo del informe porque el periodista Ricardo Calderón, a cargo de la Unidad Investigativa, lo contactó. “Me escribió al WhatsApp y sabía que iba a pasar eso”.

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