La elección del nuevo rector en la Universidad del Atlántico ha generado tensiones entre una buena parte de los estudiantes que reclaman transparencia en el proceso y grupos de personas que serían externos a la universidad quienes han tenido comportamientos violentos.
Incluso, el rector Danilo Hernández, que busca reelegirse, alertó una “posible toma” de la institución por grupos externos en Barranquilla.
“Necesitamos que el presidente de la República, el ministro de Defensa, el gobernador y el alcalde de Puerto Colombia se pongan en sintonía para darnos la seguridad que necesitamos en las afueras de nuestra universidad”, señaló. También dijo que la supuesta toma sería en la rectoría por parte de grupos provenientes de Cali y Urabá. “Estos actores externos están intentando generar un escenario propicio para una toma, lo que no podemos permitir”, agregó.
El rector señaló que esta sería una reacción por parte de desconocidos a las recientes decisiones tomadas por el Consejo Superior de la Universidad que han aprobado en primer debate la posibilidad de reelección a la rectoría.
“MinEducación debe intervenir”: presidente Petro
El presidente Petro reaccionó este martes a un video grabado por una persona identificada como estudiante que expone a otras personas que al parecer no serían de la institución educativa: “Me amenazaron. No había estudiantes manifestándose con capuchas o armas pero sí personas con bates”, dice el alumno.
El jefe de Estado se pronunció: “Este es el clima que se desata en la elección de rector en algunas universidades públicas cobijados por normas de la autonomía universitaria. La autonomía universitaria es para que el pensamiento y la cátedra sean libres, no para que grupos violentos perpetúen el manejo fraudulento de los recursos”, dijo.
También señaló que el “MinEducación debe intervenir sin temor los centros educativos tomados por mafia”.
El Ministerio de Educación, en cabeza de Daniel Rojas, publicó un comunicado: “Consideramos que reivindicar la vida y la dignidad de los estudiantes implica, ante todo, rechazar toda forma de violencia. La memoria de quienes han caído no puede convertirse en una justificación para replicar aquello mismo que se denuncia; por el contrario, su legado debe ser la inspiración de transformación social a través del diálogo, la movilización pacífica y la participación en respeto por la diferencia”.
“Desde el sector educativo reafirmamos nuestro compromiso con la promoción de una cultura de paz en las instituciones de educación superior y en todos los espacios de formación. También reconocemos el papel histórico del movimiento estudiantil en la defensa de la educación pública, de los derechos humanos y de la democracia”, señaló esa cartera.