Cerca de 10 horas duró el infierno que vivieron decenas de trabajadores de una mina de esmeraldas en el municipio de Maripí, en Boyacá, que mientras adelantaban sus labores normales en los socavones fueron asaltados por un ejército de secuestradores que los retuvieron hasta que el Ejército y el Gaula llegaron en su rescate.
Todo empezó pasadas las 5 de la tarde de este viernes 12 de diciembre, cuando llegaron a la mina 34 hombres armados y vestidos de negro que sellaron las ocho bocaminas y secuestraron a 63 trabajadores y ocho vigilantes. Uno de esos guardias logró escapar pasadas las 7 de la noche y llegó hasta el Batallón Sucre donde avisó la situación, tras lo cual el Ejército desplegó tropas hacia la mina, en compañía de hombres del Gaula.
La operación militar para la retoma de la mina tardó varias horas, tiempo en el cual soldados, agentes e integrantes del GOES se desplegaron para garantizar la seguridad de los secuestrados y evitar que en la reacción de los criminales alguna de estas personas resultara herida. A las 3 de la madrugada, el minucioso operativo dio como resultado la liberación del último de los trabajadores secuestrados.
En el operativo de retoma de control de la mina, las autoridades capturaron a ocho delincuentes, sin embargo, los otros 26 lograron escabullirse gracias a la cantidad de bocaminas que tenía el lugar y a pesar del cerco que establecieron las autoridades, cuya prioridad esa sacar sanos y salvos a los trabajadores. Lo que sí incautaron fue siete armas de fuego, radios de comunicación, barras de indugel, talado y cuantiosa munición, lo que da cuenta de que los asaltantes pretendían hacer un gran desastre para llevarse un botín incalculable.
Regístrate al newsletter