A mediodía del 14 de octubre, un nutrido grupo de artistas, docentes y estudiantes se reunió en la Sala U, de la Universidad Nacional, sede Medellín, para la apertura de la de las exposiciones que hacen parte de la programación de la BIAM. Esta vez se trata de una parte de la muestra Nuevas Cartografías, una selección que reúne “nuevas figuras” con “artistas con carreras sólidas, junto a artistas emergentes”, se lee en el texto escrito por Lucrecia Piedrahita y Adrián Franco Jaramillo, curadores de esta parte de la muestra, que estará abierta hasta el 25 de noviembre.
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El público asistente vio obras de Alberto Builes, Asicaz Monzón - Aguirre, Camila Ospina, Camilo Bojacá, Camilo Castaño, Carlos Vera, Daniel Moná, Gabriel Bermúdez, Jhon Bayron Avendaño, Joaquín Flórez, Jorge Luis Vaca, Jorge Zapata, Juan Carlos Ledezma, Juan Gabriel Cuartas, Juan Ricardo Mejía, Mateo Sánchez, Nancy Morales, Natalia Mejía, Pablo Guzmán y Ricardo Escobar. “La exposición propone una reflexión sobre cómo el arte contemporáneo expande la visión artística para imaginar, desde distintas coordenadas, nuevos lenguajes de expresión y experimentación”, se lee en el documento mencionado.
EL COLOMBIANO conversó con dos de los artistas que exponen sus obras en este espacio.
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Juan Carlos Ledesma, conocido artísticamente con el apodo de Conejo, encontró en el arte una forma de libertad durante los más de treinta años que pasó en prisión. Nacido en Popayán, descubrió su vocación artística a los 17 años, cuando un profesor del colegio de Popayán le mostró este camino. A los 19 se trasladó a Medellín en busca de oportunidades, pero la vida lo llevó por caminos que terminaron en reclusión en las prisiones de Bellavista, Itagüí y Valledupar. Allí pintó, escribió poesía, realizó performance, aprendió teatro y tatuó a sus compañeros. Ahora, Juan Carlos expone Vallenato entre rejas, inspirada en la prisión de La Tramacúa, y Carnaval en mi patio, basada en relatos del Carnaval de Barranquilla contados por sus compañeros de reclusión.
A su vez, Joaquín Flórez Durango es un pintor nacido en Urrao. Su propuesta artística se titula Páramo oculto, páramo lejano. Su autor se inspiró en el Páramo del Sol, ubicado en el municipio de Urrao, un ecosistema sagrado para algunos habitantes de la zona, pero mancillado por la basura que dejan los turistas. A partir de esta preocupación, el artista recolectó botellas plásticas en las veredas cercanas. Con ellas creó una serie de objetos que funcionan como catalejos, aludiendo a los instrumentos utilizados en el pasado para observar a larga distancia. El proyecto invierte esa idea para mostrar que, en realidad, el páramo se ha vuelto lejano y oculto debido a la intervención humana. La instalación está compuesta por 17 piezas, todas realizadas con un minucioso trabajo en acrílico y pinceles muy finos.
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No solo en la Unal están las obras escogidas para Nuevas Cartografías. Por ejemplo, en la Iglesia del Perpetuo Socorro participan Angélica Chavarro, Daniela Hincapié, Jhon Fernando Taborda y Mateo Londoño. En la Cámara de Comercio exponen Ana Patricia Palacios y Jorge Luján. En Mattelsa - Galería José Amar presentan sus obras Johan Samboni, María Leguizamo y Víctor Garcés. En la Bodega Comfama expone Dayro Carrasquilla. En la UPB participa Manuela Echeverri.