Varias obras de Pablo Mora coinciden actualmente en diferentes exposiciones en el país –Leviatán, Letras Muertas y Gabinete en el Museo de Antioquia, Monumento al pueblo derrotado en la Bienal Internacional de Antioquia y Medellín y En el trópico no hay primavera, inaugurada en el marco de ArtBo, en la Sala de Arte Bancolombia, en Bogotá—, parece una retrospectiva, pero es una casualidad que él llama minispectiva, pues esta pequeña muestra de obras no solo recorren su trayectoria artística, sino que dan cuenta de su singular forma de hacer arte desde el derecho, la política y la filosofía.
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Pablo Mora estudió derecho como su abuelo y su papá. Siempre pensó que iba a ser abogado o juez, entonces hizo una especialización en Derecho Procesal, pero apenas terminó, supo que no quería ser abogado, sino artista, pero no sabía cómo, entonces se lo fue inventando en el camino.
Empezó a pintar, pero en vez de matricularse en artes, hizo una maestría en filosofía. En 2011 hizo su primera exposición individual, Construcciones Oscuras, y se convenció de que podía ser artista, pero entendió que su arte tenía que ver con su formación de abogado, entonces hizo del archivo su materia prima, y empezó a trabajar con los expedientes de la oficina de su papá, pues los había guardado todos después de su asesinato. De ahí sale el proyecto 22 Octubre, que lleva por nombre la fecha de la muerte, y que incluye la obra Gabinete, hecha a partir de los expedientes.
“Esa fue mi segunda exposición, era un proyecto de casi 100 piezas, un trabajo como de dos años y la verdad fue un deleite porque encontré en el archivo, en los expedientes y en las notas marginales el poder que encarnaban todos esos objetos y un lenguaje por explorar. Hice instalaciones, objetos escultóricos, video, de todo. El proyecto no se trata de la muerte de él, sino del hecho de que mi papá se convirtió en un radicado, un expediente, una carpeta, un archivo que ya está en prescripción de la acción penal, es decir, ya nadie está investigando, y que se muere ahí, en la oficina de un fiscal como tantos archivos en Colombia”, dice Mora.
Eso hace 10 años. Desde entonces Pablo Mora ha expuesto sus obras en diferentes, galerías y museos de Medellín, Bogotá y Francia. En 2015 fue finalista del Emerging Voices Award en Nueva York, en 2018 estuvo nominado al premio Mesoamérica de ArtBo y en 2022 su obra Leviatán fue la ganadora de la convocatoria Fragmentos.