Lo que empezó como un juego entre tío y sobrino se convirtió en una pasión que lo tiene hoy adportas de disputar su tercer Suramericano juvenil de squash y de convertirse en profesional de este deporte.
“En la casa de los abuelos había una habitación desocupada y como uno de mis tíos trabajaba en club El Rodeo y tenía unas raquetas nos poníamos a jugar allí; luego, en la casa conocieron que en la unidad deportiva María Luisa Calle el Inder había abierto una Escuela Popular de squash y me inscribí”, recuerda el deportista que está en segunda categoría y este año tendría ascenso a primera.
Por ello Juan Pablo quiere, en Cartagena, cerrar con broche de oro su último Suramericano. “Desea ganar el oro; el año pasado logré bronce en Ecuador, pero ahora de local tengo la confianza para conseguir el oro, esa es mi meta”.
Meta que, según el vicepresidente de la Federación Colombiana de Squash, Sergio Becerra, puede hacerse realidad, ya que el selectivo que realizó Gómez en Bogotá los dejó sorprendidos.
“El nivel que mostró Juan fue muy bueno, seguro, remontando marcadores adversos, lo vimos concentrado”.
Y es que este estudiante de tercer semestre de Profesional, en Deporte del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, sabe que los sacrificios han valido la pena, pues además de bajar varios kilos y aumentar su rendimiento, tiene una agenda diaria en la que combina estudio con entrenamientos y su labor como profesor de squash, todo para ser el mejor.
“Quiero estudiar y jugar en el exterior, por eso todos los días me esfuerzo por mejorar mi nivel y lograr mis sueños”, finalizó Juan Pablo Gómez, a quien el técnico Raúl Arroyave exalta como un jugador de capacidad que dará la pelea por el oro en Cartagena.