Lo ha dicho con claridad: siente el fútbol, se mete en él, aunque siempre está parado en la línea, dando indicaciones. Por eso, cuando las cámaras lo enfocan después de que sus futbolistas crean una jugada de peligro en un partido, se ve aplaudiendo, contento.
Ese es el motivo por el cual, cuando sus futbolistas no concretan una opción clara de gol o cometen un error defensivo, Alejandro Restrepo se muestra molesto, haciéndole reclamos a quienes dirige durante toda la semana y ha logrado que asuman su idea de juego.
Restrepo es respetuoso de las decisiones de los jueces. En las ruedas de prensa habla poco de los “errores” que comente contra su equipo. Pero en cancha, los confronta. Sobre todo cuando no está de acuerdo con faltas que pita o fueras de lugar que le quitan al cuadro rojo la opción de irse adelante en el marcador.
La última la recibió el miércoles, en el partido contra Junior. Con esa amonestación, el entrenador quedó apercibido para los próximos encuentros. En caso de recibir una quinta amarilla, se perdería la posibilidad de dirigir en el encuentro contra América que se jugará en el Pascual Guerrero de Cali.