Ese hombre bajito, pero fortachón; con carácter conciliador, pero que se hacía matar en la cancha; con cara de que no va a hacer daño, pero capaz de poner a sufrir a los defensas del equipo rival, estaba parado en el centro de la cancha del estadio Maracaná de Río, en Brasil.
En el lugar de los mitos futboleros, Jhon Arias, ese colombiano del Chocó, que tenía pocas opciones de ser jugador profesional porque creció en una de las zonas más olvidadas del país, era el mito, el centro, todo lo que se llevaba la atención en la noche del jueves, después del partido contra Cruzeiro por el Brasileirao.
Fluminense perdió 0-2. Sin embargo, en los aficionados del semifinalista del Mundial de Clubes había alegría. También un poco de tristeza. Quizás una mezcle de las dos sensaciones y, aunque muchos pudieron irse con rabia, después de la derrota que los dejó en la séptima casilla del torneo nacional, pocos lo hicieron.
Miles se quedaron para homenajear a Arias, “El Pelé” colombiano, en su último partido como futbolista del “Flu”. Terminó el encuentro y a Jhon, algo tímido, bastante sentimental, lo rodearon sus compañeros en el centro del campo y empezaron a aplaudirlo. Él solo miraba. Quizás con ganas de sacar lágrimas, las mismas que derramó después de perder contra Chelsea, pero esta vez por alegría y no por desazón.
El aplauso de sus compañeros de equipo se extendió por todo el estadio (o lo que estaba lleno). El golpe de las manos, con el paso del tiempo, tomó fuerza y generó el eco perfecto que genera la acústica de los escenarios deportivos que cualquier teatro envidiaría. Entonces Jhon caminó hacia uno de los arcos, para encontrarse de frente con la tribuna popular que lo aplaudía.
Mientras caminaba, él también golpeaba sus palmas con los ojos encharcados, la emoción a flor de piel. En el estadio lo sabían. Por eso, para hacer más emotivo el momento pusieron una foto suya con un mensaje gigante de “gracias”. Así fue la despedida de Jhon Arias de Fluminense. Ahora, el futbolista criollo de 27 años se irá para Inglaterra, a cumplir uno de los sueños de su vida.
El Wolverhampton, después de pagar 21 millones de euros, se quedó con sus servicios. Ese club, que tiene varios jugadores latinos en su plantilla, será el primero de Arias en el Viejo Continente. “Estoy feliz, pero al mismo tiempo triste por Jhon Arias. Triste porque nos hará falta. Perdemos un jugador que nos ha ayudado bastante. Feliz porque está buscando nuevos objetivos económicos y profesionales. Es muy bueno para él”, dijo Renato Gaúcho, entrenador del Fluminense.
Arias disputó 230 partidos con el equipo brasileño, al que llegó en 2021. En ellos anotó 47 goles y dio 55 asistencias. Además, fue importante para conseguir el título de Copa Libertadores del 2023, en la que brilló junto al argentino Germán Cano, su gran compañero, cómplice. A Jhon lo recordarán como ídolo en Brasil. Él, fiel, tranquilo, buen tipo, seguro anhelará algún día regresar.
Regístrate al newsletter