El delantero, ahora extremo, es uno de los jugadores más importantes del DIM de Restrepo.
Hace ocho años, solo era delantero centro. Con el Once Caldas, cuando debutó, solía estar en el área para encontrarse con el gol. Su estatura —1,80 metros— y su buena ubicación eran el presagio de que podía ser un goleador.
Pero se demoró. Siendo aún muy joven, no brilló. Sin embargo, en 2019 se destapó: celebró nueve veces —tres en el Apertura, cinco en el Clausura y una por Copa con el Once—. Llegó a la Selección Colombia Sub-23. Jugó dos partidos, mas no reportó anotaciones.
Entre 2020 y 2022 tuvo un nivel discreto: anotó 13 tantos. Dos fueron en la extraña liga del inicio de la pandemia del COVID-19, cuatro en el Apertura 2021 y un par en el Clausura. En el primer semestre de 2022 pareció recuperar su mejor nivel: cinco goles con los de Manizales y una buena lectura de juego.
Terminó en la MLS de Estados Unidos. El Minnesota United pagó 1,8 millones de euros por él, según Transfermarkt. Allá le costó. Entre 2022 y finales de 2023 jugó 46 partidos y anotó cuatro tantos. Así, medio cuestionado, llegó al DIM.
Un cambio fundamental
En el cuadro rojo, al que llegó a inicios de 2024, se reencontró. Al principio, con Alfredo Arias, le costó ser titular. El uruguayo lo veía como un delantero centro, el recambio perfecto de Brayan León.
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Así jugó hasta agosto, cuando el charrúa se fue. Llegó Alejandro Restrepo y vio en él algo que nadie más: podía jugar de extremo derecho en su esquema de cinco volantes. Habló con él. Lo convenció. Ménder respondió bien en los entrenamientos.
Gustó. Le ganó la titularidad a futbolistas que, por naturaleza, cumplen esa función, como Jherson Mosquera. El entrenador de El Poderoso recalca que, en esa posición, Ménder es laborioso y llega bien al área, rematando balones en diagonal, lanzados por sus compañeros al segundo palo del arco rival.
La primera vez que lo hizo con decoro fue el 28 de septiembre de 2024, cuando ocupó esa posición en el triunfo 0-2 del DIM contra Once Caldas en Manizales. García anotó, a los 13 minutos, el primer gol del partido.
Celebró con discreción. Estaba en el lugar donde nació como jugador. De ahí en adelante, su buen rendimiento siguió. Se consolidó. Ahora suma 12 goles con el DIM en 59 partidos.
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Pero, más allá de las anotaciones, se convirtió en un hombre fundamental en la idea de juego de Restrepo porque es polifuncional: también suma tres asistencias.
Este domingo, en el duelo de la fecha 15 del Apertura —se jugaba al cierre de esta edición—, espera no solo ser titular y cubrir bien la banda derecha, sino que anhela celebrar su primer gol del 2025. En los 13 partidos que ha disputado por liga, donde suma 822 minutos, la anotación le ha sido esquiva: la pelota dio en el palo o él erró. Sin embargo, ante el Once, suele renacer.
