Tras el partido contra España, en el camerino de la selección Colombia femenina Sub-17 hubo mucha tristeza. “Cuando llegué, las futbolistas estaban muy golpeadas, destrozadas”, aseguró el técnico antioqueño Carlos Paniagua tras la derrota 4-0 en su debut mundialista.
El equipo nacional no tuvo un inicio fácil en la Copa del Mundo que se juega en Marruecos. Le tocó debutar contra uno de los rivales más complicados. España es uno de los favoritos al título: son las vigentes subcampeonas (perdieron la final en 2024 con Corea del Sur), mientras que en 2022 se quedaron con el título al vencer a Colombia.
Sus procesos formativos son fuertes. Por eso eran favoritas ante las criollas y demostraron su superioridad. “Nos tocó debutar contra uno de los mejores elencos. Terminamos con una tristeza enorme porque el resultado fue muy abultado, y pudo ser mayor”, agregó el timonel que, hace tres años, en India, metió al cuadro cafetero en su primera final mundialista en todas las categorías, tanto en masculino como en femenino.
En parte, esto se debe a que hasta 2024 el torneo solo contaba con 16 participantes y pasaban a la siguiente ronda los dos mejores de cada grupo. No obstante, desde la edición de Marruecos, la competencia cuenta con 24 participantes.
Por eso, no solo clasificarán los dos primeros de los seis grupos, sino que también se sumarán los cuatro mejores terceros del campeonato. De ese modo, las criollas podrían meterse por segunda vez en su historia en una instancia definitiva de una Copa del Mundo Sub-17 femenina si logran, como mínimo, una victoria y un empate en sus próximas presentaciones.