Silva, cuatro veces mundialista con la selección brasileña, rescindió anticipadamente su contrato con el Flu el martes. El vínculo iba hasta junio de 2026. Tuvo un aterrizaje complicado en su vuelta a su país el año pasado, con el equipo del tradicional barrio carioca de Laranjeiras luchando para evitar el descenso.
Pero el club levantó el nivel este año y dio qué hablar al llegar hasta las semifinales del Mundial de Clubes de Estados Unidos, donde sucumbió ante el Chelsea, que luego alzó la corona.
El zaguero, que formó parte de las categorías base del Fluminense desde los 11 a los 18 años, demostró mantener vigencia. Jugó 25 partidos en el pasado Brasileirão y aportó su liderazgo en defensa y una pizca a la ofensiva, con un par de goles anotados.
Fue también titular habitual en el resto de competiciones. “Estoy aquí para anunciar mi regreso a los Dragones y decir lo feliz y halagado que me siento por esta oportunidad. Estoy muy motivado y espero poder ayudar lo mejor posible”, dijo el defensor central.
Silva ya había vestido la camiseta del Porto, en la campaña 2004-2005, en su primera experiencia en el fútbol del Viejo Continente. Sin embargo, siempre jugó en el equipo B.
Tras su paso por Portugal, fue transferido al Dinamo Moscú y más adelante comenzó su exitosa carrera por la élite del balompié en cuadros como el Milan, el París Saint-Germain y el Chelsea.