Su alianza fue espectacular y su ruptura no se queda atrás. Donald Trump y Elon Musk consumaron este jueves su divorcio como en un programa de telerrealidad: el presidente dijo estar “muy decepcionado” y el empresario lo acusó de “ingratitud”.
“Mira, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo. Me sorprendió”, dijo el presidente republicano a periodistas en el despacho oval después de que Musk, hasta hace poco uno de sus más cercanos asesores, calificara de “abominación” su proyecto de ley presupuestaria.
Lea también: “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones”: estalla la pelea entre Musk y Trump
Trump, de 78 años, arremetió contra el jefe de SpaceX y Tesla desde los primeros minutos de la reunión con el dirigente alemán.
“Estoy muy decepcionado, porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que casi cualquiera de los que están sentados aquí (...) De repente le plantea un problema”, aseguró Trump cuando le preguntaron por Musk.
Todo ello menos de una semana después de que Trump despidiera en el despacho oval de la Casa Blanca al rostro visible de la comisión de eficiencia gubernamental conocida como DOGE y encargada de recortar los gastos.
¿Por qué salió Musk de la administración de Trump?
Trump explicó la situación a los reporteros en lo que parecía más una sesión de terapia que una reunión con un líder extranjero.
Habló de la despedida de Musk en el despacho oval el viernes, cuando apareció con un ojo morado debido, según él, a un puñetazo que le dio su hijo jugando.
Tuvo lugar en un momento delicado para Musk, después de que el New York Times revelara que, durante la campaña electoral, el empresario consumió grandes cantidades de ketamina, un anestésico con efectos estimulantes, además de éxtasis, hongos alucinógenos y medicamentos.
“Viste a un hombre que estaba muy feliz cuando estaba de pie detrás del escritorio oval, e incluso con el ojo morado. Dije, ¿quieres un poco de maquillaje? Te pondremos un poco de maquillaje”, recordó Trump.
“Pero él dijo: ‘No, no lo creo’ lo cual es interesante y muy agradable. Quiere ser quien es”, prosiguió.
Trump comentó que podía entender por qué Musk está molesto con algunas medidas como retirar a un candidato para dirigir la agencia espacial NASA a quien el magnate tecnológico había respaldado.
Posteriormente la pelea siguió con más artillería. Trump llamó “loco” a quien hasta hace poco consideraba su amigo y lo amenazó con quitarle los contratos con el Estado.
“Elon se estaba ‘desgastando’, le pedí que se fuera”, dijo Trump en su plataforma Truth Social.
“La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, añadió.
El enfado se debe a un megaproyecto presupuestario que Trump llama la “gran y hermosa ley”. Su objetivo es continuar con las reducciones de impuestos de su primer mandato (2017-2021).
Musk lo calificó el martes de “abominación repugnante” porque asegura que disparará el déficit de Estados Unidos.
El miércoles pidió a los republicanos que “maten el proyecto de ley” y que presenten un plan alternativo que “no aumente masivamente el déficit”.
Sigan leyendo: Elon Musk y Donald Trump: de la admiración a la guerra fría política
*Con información de AFP