El hecho puso en riesgo además a varias casas en el sector Manrique Central.
En Manrique, una de las comunas donde más queman pólvora en Medellín, presenciaron aterrados las consecuencias de dicha práctica. El fin de semana, en medio de otra noche de detonaciones, riesgos y contaminación, los vecinos del barrio Manrique Central salieron a los balcones y aceras para presenciar cómo un volador terminó estrellándose contra un gigantesco pino sembrado hace décadas y que se había convertido en uno de los emblemas del sector.
El gigantesco árbol ardió en minutos, pues por sus características facilita la propagación del fuego. Completamente devorado por las llamas, el viejo pino se convirtió en otra víctima de la pólvora en Medellín y en un recordatorio de lo que causa no solo el acto de quemar pólvora sino de avalarlo de alguna manera, ya sea por acción u omisión.
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Históricamente la pólvora ha sido responsable en promedio en los últimos años de al menos 40 incendios forestales y estructurales en temporada decembrina y de inicio de año.
Antioquia y Medellín siguen perfeccionando su fracaso frente a la pólvora. El departamento completó 90 casos hasta el 21 de diciembre, un aumento de más del 23 % respecto al mismo periodo de 2024. Mucho más grave es el caso de Medellín, con 49 casos, un aumento del 63 %. No hay matiz para ese fracaso que es compartido tanto por la ciudadanía en general como por las autoridades distritales cuyo alcance y ambición de estrategias y campañas preventivas quedaron nuevamente en entredicho. En Medellín, además de las 23 personas que resultaron lesionadas por manipular pólvora, otras 25 personas tuvieron heridas de algún tipo o amputaciones, daño ocular o auditivo mientras observaban o incluso mientras se resguardaban en sus casas huyendo de los peligros de la pólvora.
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Y todavía faltan las fechas más críticas cuando irresponsables y borrachos encienden cientos de globos, muchos de ellos con arsenales de pólvora, que terminan en techos de casas, empresas y en zonas rurales, como el globo cargado de pirotecnia que en el puente de Reyes de 2021 consumió una casa en zona rural de Rionegro, casi mata a sus residentes y los dejó completamente en la ruina y en la calle. Los responsables fueron unos borrachos que en ese mismo sector creyeron que era una gran idea llenar un globo con pólvora para reírse mientras hacían sancocho y le arruinaban la vida para siempre a una familia.
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