Debido a su estado de intoxicación por algo que consumió dentro de la cárcel El Pedregal, de Medellín, un hombre debió ser trasladado, bajo la custodia de los dragoneantes del Inpec, al Hospital La María, en el barrio Castilla, noroccidente de la ciudad. Luego de recibir la atención médica, aprovechó un descuido del personal médico y de quienes lo vigilaban para fugarse.
Los hechos ocurrieron en la madrugada de este martes, luego de que este recluso, identificado como Kevin Andrés Pérez Cano, de 23 años, no fuera ubicado en la cama de este hospital, donde había sido trasladado en la noche del lunes por el quebranto de salud en cuestión.
De acuerdo con el reporte policial, a Pérez Cano se le brindó la atención requerida y se le estabilizó del cuadro clínico que obligó a su traslado desde el centro penitenciario donde estaba purgando una condena de 10 años por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa por hechos ocurridos en el 2019.
Entérese: Cabecilla del Tren de Aragua en Chile murió al caer de un edificio en Sabaneta, Antioquia, cuando lo iban a capturar
Cuando el dragoneante que estaba a cargo de su custodia fue a pasarle revista para ver cómo se encontraba y si empezaba a organizar su regreso a este penal, ubicado en el corregimiento de San Cristóbal, se encontró con que la cama estaba vacía y nadie daba respuesta de él.
Luego de varios minutos de búsqueda, verificaron los videos de las cámaras de seguridad de este hospital y allí se pudo ver como, agonizante, salía por parte trasera de este centro asistencial.
Le puede interesar: Policías habrían recibido $15 millones para permitir la fuga de cinco reclusos en Segovia, Antioquia
Las autoridades ya avanzan en los seguimientos correspondientes para poder dar con su paradero y, de paso, imputarle cargos por el delito de fuga de presos, que se le sumarían a los que ya estaba purgando.
Pérez Cano había sido capturado el 9 de junio de 2019, luego de que se le viera implicado en un ataque con arma de fuego contra otra persona, que habría ocurrido ese mismo día, en el cual la víctima resultó lesionada.
La pronta reacción de las autoridades permitieron su captura en flagrancia y días después fue procesado por los delitos ya mencionados. El juez de control de garantías lo mandó a prisión en ese momento, aunque no se allanó a los cargos.
Luego de casi dos años de audiencias y tras un preacuerdo con la Fiscalía, el juez 18 Penal del Circuito de Medellín le impuso una pena de 10 años de prisión, de los cuales le faltaba cuatro por purgar, según los reportes policiales.