Donald Trump y Xi Jinping acordaron extender la tregua arancelaria y aliviar las restricciones al comercio durante una cumbre considerada histórica, celebrada en la mañana de este jueves en Corea del Sur. El encuentro —el primero entre ambos mandatarios desde el regreso de Trump a la Casa Blanca— busca dar un respiro a las tensiones entre las dos mayores economías del mundo tras meses de inestabilidad.
Según lo pactado, China suspenderá los controles amplios sobre la exportación de imanes de tierras raras, mientras que Estados Unidos limitará la expansión de las restricciones impuestas a las empresas chinas. Además, Washington reducirá a la mitad los aranceles relacionados con el fentanilo aplicados a productos del país asiático, y Pekín retomará la compra de grandes volúmenes de soja, sorgo y otros bienes agrícolas estadounidenses.
Trump describió su reunión con Xi como un “gran éxito”, mientras que el presidente chino destacó que ambos alcanzaron un “consenso significativo” para poner fin a una guerra comercial que ha afectado los mercados y las cadenas de suministro globales.
Según el Ministerio de Comercio de Pekín, Washington prorrogará “un año más” la suspensión de varios aranceles recíprocos, mientras que China se comprometió a “resolver adecuadamente” los temas pendientes relacionados con la aplicación TikTok en territorio estadounidense.
El encuentro, que duró una hora y cuarenta minutos, fue el primero entre ambos líderes en seis años y marcó un intento de reconstruir la confianza tras meses de fricciones comerciales. “En una escala del cero al diez, siendo diez lo mejor, diría que la reunión fue un doce”, expresó Trump a los periodistas desde el Air Force One.
Pacto sobre tierras raras y alivio en los aranceles
Uno de los acuerdos más relevantes fue la firma de un pacto prorrogable por un año para garantizar el suministro de tierras raras, materiales esenciales para sectores estratégicos como la defensa y la tecnología. China, principal productor mundial de estos minerales, anunció que suspenderá temporalmente algunas restricciones a la exportación.
Por su parte, Estados Unidos reducirá en diez puntos porcentuales los aranceles a las importaciones chinas, que pasarán del 57% al 47%. Además, Washington rebajará del 20% al 10% los impuestos aplicados a los productos chinos vinculados al fentanilo, un opioide que ha generado una crisis de salud pública en el país norteamericano. “Acordamos que trabajará arduamente para detener el flujo”, declaró Trump, al referirse a los compromisos de Pekín para combatir el tráfico de esta sustancia.
China reanudará compras agrícolas a gran escala
En otro frente clave, Pekín acordó reanudar la compra de grandes volúmenes de soja, sorgo y otros productos agrícolas estadounidenses, un gesto que busca reducir tensiones en el campo comercial y beneficiar al sector agroindustrial de Estados Unidos.
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Sin embargo, esta medida podría afectar a países latinoamericanos como Brasil y Argentina, que habían incrementado sus exportaciones a China durante el periodo de conflicto comercial con Washington.
Temas sensibles sin resolver: TikTok, Ucrania y Taiwán
Aunque ambos líderes destacaron los avances, aún quedan asuntos por resolver. Bloomberg informó que no se discutieron en detalle temas como la venta de las operaciones de TikTok en Estados Unidos, propiedad de ByteDance Ltd., ni la posible flexibilización de las restricciones impuestas a filiales de empresas chinas incluidas en la lista negra estadounidense.
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En materia geopolítica, Trump y Xi acordaron cooperar en la situación de Ucrania, aunque el mandatario estadounidense reconoció que no logró que Pekín cesara las compras de petróleo ruso, fuente clave de financiamiento para Moscú. Sobre Taiwán, ambos líderes evitaron pronunciamientos, una señal de que el tema sigue siendo altamente delicado para ambas partes.
Un nuevo intento por estabilizar las relaciones
La cumbre de Busan representa un paso importante hacia la normalización de los lazos entre las dos mayores economías del mundo. Con visitas cruzadas programadas —Trump viajará a China en abril y Xi Jinping a Estados Unidos poco después—, ambos gobiernos buscan consolidar una agenda que combine cooperación económica y prudencia política.
“Ya saben, toda la relación es muy, muy importante. Creo que fue muy buena”, concluyó Trump tras el encuentro, que podría marcar el inicio de una etapa más estable en la relación bilateral.
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