Gobierno, Congreso y banqueros debatieron esta semana la compleja situación política y económica de Colombia, en el marco de la Convención Bancaria. Del espacio llamó la atención que, incluso personalidades afines al Ejecutivo como el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, alertaron sobre la delicada coyuntura fiscal, que agravaría la posición ante calificadoras de riesgo y potencialmente subiría el costo al que el país se endeuda.
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La polémica cláusula de escape con la que el Gobierno suspendería la regla fiscal, misma que se discutirá el próximo lunes en el Confis, estuvo en el centro del debate. “Me preocupa mucho el deterioro de las finanzas públicas, la cláusula de escape obviamente es esencial, el Gobierno Duque la usó tres años seguidos, durante la pandemia, aunque en 2022 fue discutible (...) debido a la acumulación de esos déficit, más los recientes, el Gobierno está decidiendo usar esa cláusula y creo que es desafortunado e inconveniente”, dijo Ocampo.
Continuó que “uno ve varios elementos negativos, la deuda pública alcanzará este año el nivel más alto de la historia como porcentaje del PIB, pero también se refleja en el costo del endeudamiento (...) lo que hay que hacer es una racionalización del gasto de funcionamiento, es una tarea incómoda, pero hay que hacerla, si no la hace este gobierno tendrá que hacerla el siguiente”.
Lo más preocupante, continuó, es cómo quedará Colombia frente a las calificadoras de riesgo, quienes le dicen a los inversionistas qué tantos aprietos corren si inyectan capital en nuestro país. “Colombia ya perdió el grado de inversión con dos de las calificadoras durante el gobierno Duque, Standard & Poor’s y Fitch, la única que nos lo mantiene es Moody’s y la posibilidad de que nos lo quite es muy alta, lo más probable es que decida hacerlo”.
Contraloría pone la lupa sobre la Dian
Las alarmas también las encendió el Contralor General de la República, Carlos Hernán Rodríguez, quien consideró compleja y desafiante la situación económica y fiscal del país e hizo un llamado para que se analicen e implementen, con “prudencia y mesura”, las medidas necesarias para hacer frente a los desafíos que se presentan en materia de manejo presupuestal y recaudo tributario.
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El contralor destacó la importancia de mejorar la oportunidad y efectividad en la fiscalización y el cobro por parte de la Dian, así como la implementación de medidas efectivas contra la evasión y la elusión tributaria.
Al analizar el rumbo que sigue la economía nacional, el funcionario sostuvo que el principal desequilibrio macroeconómico se concentra en las finanzas del Gobierno Nacional Central, marcado por un nivel de gasto que no decrece, la elevada inflexibilidad del presupuesto y la creciente carga del servicio de la deuda.
“Por el lado de la ejecución presupuestal tampoco vemos un avance significativo. Al 31 de mayo la ejecución del presupuesto alcanza un 30,5% del total, destacándose el rubro de inversión con un 19,3%”, dijo.
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También adelantó algunos hallazgos de la revisión que la Contraloría viene realizando sobre la gestión de la Dian: “Hasta el momento, hemos identificado hechos relevantes, entre ellos, inconsistencias significativas en las declaraciones tributarias y aduaneras, operaciones sospechosas relacionadas con empresas no reguladas y criptomonedas, así como deficiencias en la trazabilidad de grandes contribuyentes”.
Finalmente, subrayó la necesidad de fortalecer la eficiencia del sistema tributario nacional y cerrar los vacíos normativos y operativos que han facilitado prácticas de evasión y elusión fiscal.
Ibañez defendió la institucionalidad
Llamó también la atención el pronunciamiento del presidente de la Corte Constitucional, el magistrado Jorge Enrique Ibáñez, quien defendió la institucionalidad. “Las instituciones democráticas pueden no ser perfectas, pero sí han sido un instrumento adecuado para garantizar el ejercicio mismo de la democracia”
En una de las intervenciones más aplaudidas –si no, la más aplaudida–, Ibañez aseguró: “las autoridades no están constituidas para llamar al desorden ni mucho menos para tumbar el orden público”.
En su discurso, resaltó que “las instituciones sólidas e independientes con el escudo sólido de la democracia contra los intentos de concentración del poder y el mejor antídoto contra los abusos y la arbitrariedad”.
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