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Debemos ser el único país en el mundo en el que todos creen que pueden ser el presidente de la república. Yo estoy a dos fines de semana de montarme en la película y lanzarme. #ElDiegoDeTodos. Uno más, uno menos, ¿qué importa? Estamos muy próximos a superar los 70 candidatos; cada semana conocemos dos o tres nombres nuevos que anuncian su intención de salvar a Colombia. Un patriotismo nunca visto.
Y mientras la feria de candidatos crece y hacemos cábalas sobre quién será nuestro próximo mandatario, muy poco se habla de la contienda que es fundamental para el futuro de este país: la del Congreso. La semana pasada, la expresidenta de ProAntioquia, María Bibiana Botero, en este diario, hacía este llamado de atención.
“Invito a los precandidatos a reflexionar: el Congreso no debe verse como un premio de consolación, sino como una oportunidad de servir y aportar soluciones reales a los graves problemas del país”, escribió Botero.
¿De qué nos sirve un presidente sin Congreso? ¿De qué sirve ganarle a Petro si el próximo Congreso lo domina el Pacto Histórico? Precandidatos que hoy le apuntan a la presidencia le aportarían muchísimo más al país alzando sus voces en los debates en el Senado y en la Cámara. Cada día que pasa es un día que se pierde para construir listas de personas aptas, capaces y honestas que le devuelvan el brillo a un Congreso que cada cuatrienio es peor que el anterior.
Este Congreso necesita de los pesos pesados de nuestro acontecer nacional. Pero también necesita sangre nueva y distinta, sobre los que los más curtidos puedan hacerles mentoría. El próximo gobierno va a requerir del oxígeno de un Congreso que esté dispuesto a trabajar en torno a una agenda de construcción y no de destrucción, de personas maduras que piensen el país y no solo en grupos de interés.
Resulta un tanto deprimente leer que una gran parte del Congreso se busca reelegir en 2026, y que nadie haga preguntas al respecto. ¿Quiénes merecen ser reelegidos?, ¿Dio la talla este Congreso?, ¿Qué nombres merecen ser respaldados y cuáles denunciados?, ¿Qué personas deberían reemplazar a los actuales?
El llamado de Botero debe destapar esta conversación urgente. Los colombianos debemos dejar de pensar tanto en la presidencia y enfocarnos en el Congreso. Tanto que hablamos de que nos duele el país, de que necesitamos defender la democracia, de que tiene que cesar la horrible noche. Pues bien, para lograr lo anterior, no hay que mirar a la presidencia, sino al Congreso.
Urge darle toda la visibilidad posible a los candidatos al legislativo, arropar a quienes han hecho un buen trabajo y aspiran a repetir. A su vez, presionar a quienes sueñan con la presidencia a que se lo replanteen porque el país los necesita más en el hemiciclo. Como dijo Botero: La causa que nos debe unir es clara: Colombia. Y hoy, la esperanza de un resurgir de Colombia, pasa por el próximo legislativo. It’s Congress, stupid!
