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¿Se acerca el fin de la guerra?

Israel y EE.UU. presentaron un plan y un ultimátum: o Hamás firma y acepta la derrota ahorrándoles a los gazatíes una prolongación del sufrimiento, o tendrán que prepararse para que Netanyahu “acabe el trabajo”.

hace 11 horas
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  • ¿Se acerca el fin de la guerra?

Hay esperanza en medio de tanto dolor. El plan de paz para la Franja de Gaza presentado por Estados Unidos e Israel, aunque no alcanza a tener contento a todo el mundo, sí puede llegar a terminar la terrible guerra que desató Hamás y que ha alcanzado niveles de violencia absurdos por la reacción desproporcionada de Israel. A punto de cumplirse el segundo aniversario del asalto de Hamás a Israel, este 7 de octubre, se espera que el grupo terrorista acepte las condiciones y se rinda.

El acuerdo de veinte puntos para poner fin al conflicto en Gaza plantea un alto el fuego definitivo, la futura reconstrucción de la franja y la liberación de los rehenes. También señala el camino para la creación de un Estado palestino bajo el liderazgo de la Autoridad Palestina “reformada” y sin presencia de las milicias palestinas. Aunque de esta última parte del trato se ha desmarcado Netanyahu apenas unas horas después de firmarlo, suponemos que por la presión de los más radicales de su movimiento. Al regresar a Tel Aviv, el Primer Ministro israelí aseguró en un video que ni él ni Trump reconocen la “aspiración legítima del pueblo palestino”, como recoge de forma literal el texto del acuerdo en alusión a un futuro Estado palestino, porque esto supondría “un premio al terrorismo” de Hamás.

Sea como sea, la iniciativa de Trump y Netanyahu consigue un objetivo importante que es presionar a Hamás para que muestre sus verdaderas intenciones. De no aceptar, quedarían expuestos ante la opinión pública y tendrían que compartir el blanco de la indignación internacional y de quienes se manifiestan en favor de la paz. Todos aquellos países de la región que hasta ahora los han apoyado le han dado su respaldo a la propuesta, como es el caso de Turquía, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Lo mismo han expresado Jordania, Pakistán e Indonesia. Los únicos que siguen siendo sus aliados son los iraníes, pero de poco sirve dada la debilidad en la que se encuentra el régimen en estos momentos.

En cuanto a los líderes de los países occidentales, también han manifestado su satisfacción con esta propuesta diplomática, pero han sido muy claros al insistir en que se dé un alto el fuego en la franja de forma inmediata. La ONU, en cabeza de su secretario general António Guterrez, también ya dio su visto bueno y lo calificó de “crucial” para resolver el conflicto.

Según indican fuentes cercanas a Hamás, estos parecen estar inclinados a aceptar la propuesta, que esta vez tiene como novedad un punto en el que se les ofrece una especie de amnistía para quienes depongan las armas y renuncien a los métodos violentos. Sin embargo, con este grupo nunca se sabe, porque han demostrado en varias oportunidades a lo largo de la historia del pueblo palestino que sus métodos son suicidas y que en su afán por conseguir o todo o nada, poco les importa la suerte que corran sus coterráneos.

No hay que olvidar. El 7 de octubre, Hamás atacó Israel, dejando más 1.200 israelíes y extranjeros muertos y casi 5.500 heridos. Además, 250 personas fueron secuestradas. La respuesta de Israel a este ataque ha durado dos años, y en este lapso la totalidad de la población de Gaza ha sido desplazada en varias ocasiones. Han muerto, según las cifras del Ministerio de Salud del gobierno de Gaza, más de 67.000 personas, de las cuales el 80 por ciento son civiles. Entre estos se cuentan unos 1.600 trabajadores sanitarios, 310 trabajadores de Naciones Unidas, —el mayor número de muertos en la historia de la ONU—, 120 académicos y 251 periodistas. Si las cifras son reales, habrían muerto más reporteros que en la Primera y Segunda guerras mundiales. O más que en los conflictos de Vietnam, los Balcanes y Afganistán juntos.

Ahora, Israel y Estados Unidos, además de presentar un plan han lanzado un ultimátum: o Hamás firma en las próximas horas y acepta la derrota ahorrándoles a los gazatíes una prolongación de este sufrimiento, o tendrán que prepararse para que Netanyahu “acabe el trabajo”. Es un ultimátum, sí, pero también es la única posibilidad real para que se logre lo que hasta ahora nadie ha conseguido: que se acabe la guerra. El fin se ve cerca, pero como ocurre siempre con Medio Oriente, nada es seguro.

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