La noche del martes 10 de junio promete el mejor escaparate astronómico del mes para los colombianos: la Luna de fresa, y aunque su brillo máximo llegará a las 03:45 a. m. del miércoles 11 (hora del Este), el satélite lucirá más grande y luminoso mientras emerge sobre el horizonte oriental al anochecer del día anterior.
Lea también: Este jueves, China dará un nuevo paso en su camino para llegar a la Luna
Será, además, la Luna llena más baja del año en el hemisferio norte. La inclinación de 5,15 grados entre la órbita lunar y la eclíptica sitúa su recorrido muy cerca del horizonte, lo que realza matices amarillos o anaranjados durante el ascenso. Esa posición rasante —visible con claridad en latitudes ecuatoriales como Colombia— contrasta con la escasa altura que alcanzará en regiones árticas, donde pasará casi inadvertida.
¿Por qué se llama Luna de fresa?
El nombre no alude a un tono rosado. Tribus algonquinas, ojibwa, dakota y lakota bautizaron así al plenilunio de junio porque marcaba el inicio de la cosecha de fresas silvestres. Es decir, no se debe a un cambio de tonalidad en la Luna, sino a su coincidencia con la temporada de cosecha de fresas silvestres.
Lo cierto es que su simbolismo agrícola pervive en los almanaques populares de Norteamérica y, por extensión, en la divulgación astronómica moderna.
Consejos para observarla
Para apreciarla basta con un lugar de horizonte despejado y baja contaminación lumínica entre las 18:30 y las 20:00. La NASA subraya que, al estar la Luna en oposición al Sol, “revela la totalidad de su cara diurna”, brindando la visión más completa del disco lunar. Un par de binoculares realzará cráteres y mares, pero el fenómeno es perfectamente visible a simple vista.
Entérese de más: Calendario lunar junio 2025: estos son los mejores días para cortarse el pelo
Quienes dispongan de cielo limpio podrán identificar, una hora después del ocaso lunar, la estrella gigante roja Antares brillando justo encima del disco. El contraste rojizo entre la supergigante de Escorpio y el gris pálido de la Luna ofrece una postal inusual.
No es una “gran parada lunar”
Algunos portales sugirieron que la Luna de fresa coincide con una major lunar standstill, alineación que solo se repite cada 18 años y medio.
Sin embargo, ese pico del ciclo nodal ocurrió en diciembre de 2024, como puntualiza El Espectador; el plenilunio de junio 2025 se enmarca en un escenario orbital ordinario.
Más que un espectáculo estacional
Además del valor cultural, la Luna de fresa ilustra la dinámica Tierra-Luna-Sol: demuestra cómo la inclinación orbital y la fase llena redefinen tamaño aparente, brillo y color percibido.
Para la comunidad científica, la baja elevación de esta Luna resulta útil para estudiar la refracción atmosférica y calibrar modelos de dispersión de luz en la troposfera. Para el público, es simplemente un recordatorio de que el calendario natural sigue dictado por los ciclos celestes.