El reloj no marcaba aún las 10 de la mañana de ayer cuando los celulares del corregimiento Puerto Venus en Nariño, Oriente de Antioquia, comenzaron a sonar. Los habitantes de la vereda El Piñal notaron que el río tenía un aspecto turbio y bajaba con sedimento, y supusieron que podría tener relación con los deslizamientos y grietas que desde hace algunos meses se ven en la montaña.
Gelmar Gómez, habitante de Puerto Venus, corregimiento de Nariño, recordó que la noticia no los sorprendió. “Acá vivimos en una tensa calma, siempre hay una amenaza latente. Cuando llamaron empezaron a avisar que había una avalancha y de una todo el mundo empezó a subir la montaña”, dijo.
El colegio suspendió las clases, los comerciantes cerraron y en los videos que varios residentes alcanzaron a grabar se ven filas de gente caminando loma arriba. En menos de 20 minutos los casi 1.200 habitantes que, según cálculos de la Alcaldía de Nariño, hay en el corregimiento y las 11 veredas aledañas ya estaban en la montaña.
Fue entonces cuando el río Venus se convirtió en un mar de lodo, piedras y escombros que arrasó 8 casas, dañó 4 más y se llevó la escuela, la cancha de microfútbol y el puente peatonal que comunica a 5 veredas. La peor parte la llevaron los habitantes de la vereda Quebrada Negra, aguas arriba del corregimiento.