Pico y Placa Medellín

viernes

no 

no

Pico y Placa Medellín

jueves

no 

no

Pico y Placa Medellín

miercoles

no 

no

Pico y Placa Medellín

martes

no  

no

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

no aplica  

language COL arrow_drop_down

“No se sabe cómo va a quedar”: madre de joven arrollado por moto en Las Palmas

Juan Gabriel Taborda, de 18 años, está en la Clínica Soma desde que lo atropellaron el día de Halloween.

  • Este collage de imágenes corresponde a la jornada vivida el 31 de octubre en Las Palmas, la cual quedó grabada en varios videos. En muchos se muestra a la joven conductora de la moto de quien no se ha revelado oficialmente la identidad.
    Este collage de imágenes corresponde a la jornada vivida el 31 de octubre en Las Palmas, la cual quedó grabada en varios videos. En muchos se muestra a la joven conductora de la moto de quien no se ha revelado oficialmente la identidad .
  • Juan Gabriel, su madre y su hermana Luisa . FOTO CORTESÍA
    Juan Gabriel, su madre y su hermana Luisa . FOTO CORTESÍA
10 de noviembre de 2022
bookmark

Transcurridos diez días de la noche de Halloween en Medellín, los momentos de terror no han pasado para Dora Luz Villa, cuyo hijo Juan Gabriel Taborda, de dieciocho años, fue arrollado por una moto de alto cilindraje que lo dejó en estado de coma y con múltiples lesiones, por lo cual fue llevado a una clínica de la ciudad, donde el joven sigue internado y sometido a varios tratamientos e intervenciones en la lucha de los médicos por devolverlo a su hogar en la mejor condición posible.

Como un ángel guardián y protector, esta madre ha vivido con angustia cada segundo de la situación de su hijo, la mayor parte del tiempo desde la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) de la Clínica Soma, a donde fue llevado momentos después del accidente, y en ocasiones desde su propia casa, cuando otras personas la han reemplazado en el hospital porque ha necesitado leves descansos para recuperar fuerzas y seguir.

No ha sido fácil para los médicos pedirle reposo, pues más allá de los galenos están su amor de madre y el temor de no estar con su muchacho en los momentos críticos, que no han sido pocos y que empezaron desde la madrugada del martes 1° de noviembre, cuando llegó en estado crítico a Urgencias.

“Como él estuvo en coma los primeros días, a la UCI no nos dejaban entrar y en las noches prácticamente me obligaban a irme, porque en la clínica no tenía nada por hacer. Pero me iba y en la casa era peor, no me dormía esperando una llamada, alguna noticia y quería estar era allá, con él, acompañándolo, que así estuviera dormido él sintiera mi presencia”, cuenta Dora Luz una semana después de sucedidos los hechos en los que su hijo salió lesionado tras llevar la peor parte en el accidente.

El accidente

Las circunstancias en las que ocurrió el incidente en el que Juan Gabriel fue atropellado junto a otras personas son confusas. Varios videos muestran a una multitud agolpada en la avenida Las Palmas, por donde desfilaba una caravana de vehículos y motos con personas disfrazadas y sin cumplir normas mínimas de tránsito: conductores de moto sin cascos, vehículos y motos a alta velocidad, consumo de licor y falta de controles.

A ambos lados de la vía y en el separador, personas ubicadas presenciando el “espectáculo”, a todas luces ilegal, pues esta es una vía departamental de alto tráfico y no está diseñada para caravanas o piques ilegales.

Juan Gabriel había llegado al lugar con varios amigos a presenciar este “show”, que se volvió habitual en esta zona los días de disfraces, todos los 31 de octubre. Al escenario también arribó una joven mujer en una moto Z 1.000 de alto cilindraje, con disfraz y sin elementos de seguridad y protección, como casco y chaleco reflectivo.

Ambos coincidirían en un punto de la avenida en el momento más crítico de la situación: él en el separador vial y ella a bordo de la motocicleta. Un video muestra cuando la mujer pasa conduciendo a alta velocidad y cien o doscientos metros más adelante pierde el control de la moto y se va hacia el separador. Aunque no quedó la escena cuando atropella a Juan Gabriel, otras grabaciones muestran al hijo de Dora Luz como una de las víctimas que más sufrió.

“Mi hijo quedó encima de una camioneta, inmóvil, y muchos creyeron que estaba muerto, por eso nadie lo atendía. Hasta que un señor de una camioneta que subía se bajó a ver el caso y notó que mi hijo se movía y empezó a pedir que lo atendieran”.

Era ya casi la medianoche y según Dora Luz, fueron civiles, entre ellos el conductor de la camioneta que lo observó moverse, quienes llevaron a su hijo a la Soma. Dice que el ingreso a Urgencias figura a las 00:15 a.m. del martes.

Momentos después de recibir el aviso de lo sucedido, Dora Luz llegó a la clínica y allí ha permanecido acompañando a su hijo, a la expectativa de su evolución. Desde el día del ingreso hasta ayer ha habido cambios en la condición de salud de Juan Gabriel. Hay que decir que mientras algunos han sido positivos, otros siembran incertidumbre. Su madre experimenta la mezcla de emociones que la situación genera. Pero ahí está, firme, en la habitación 715, donde el joven ha pasado los últimos días de su hospitalización.

La habitación 715

El pasado martes en la tarde Juan Gabriel por fin pudo ser operado de una pierna, en la que sufrió múltiples fracturas, pues fue en la que recibió el golpe de la moto que lo aventó a la camioneta. Cuenta Dora Luz que fue una cirugía de varias horas, pero los médicos le dijeron que había sido exitosa.

“Para poderlo operar hubo que despertarlo, porque no lo podían hacer con él dormido. Y no podían aplazarla más porque parte del hueso le quedó en astillas, era una operación delicada”.

Tras la cirugía, Juan Gabo, como le dicen los amigos a su hijo, fue llevado ya no a la UCI sino a la habitación 715, donde su madre recordó los momentos dramáticos que vivió cuando su hijo llegó al mundo el 1° de marzo de 2004.

“Cuando él nació yo lo vine a conocer a los ocho días. Fue por cesárea, un parto difícil y a mí me dejaron hospitalizada, pero él también sufrió, no respiraba. En ese momento solo le alcancé a ver una piernita antes de que se lo llevaran. Fue la imagen que se me quedó. Al otro día llegó una enfermera y me dijo que me tenía malas noticias, me desmayé, pensé lo peor, pero al despertar ella me dijo que mi niño habían tenido que llevarlo para la Clínica del Concejo, porque en la Piloto, donde lo tuve, no había los equipos para atenderlo”.

La angustia de no ver a su bebé le duró ocho días, cuando salió de su hospitalización y en vez de irse para la casa se dirigió a la clínica infantil.

“Fue lo más bello del mundo verlo en la camita, todo rosadito y bonito, a él desde que nació le decían el niño rosado por el color de su piel, pero pudo sobrevivir y ha sido la mayor alegría de mi vida”, relata Dora Luz, envuelta en la ternura que le llega al rostro cuando evoca esos momentos algo lejanos en el tiempo.

Afirma que su hijo nunca se ha enfermado de nada grave y es la primera vez que le toca vivir momentos como el actual, en los que no sabe si él volverá a ser el mismo o quedará con secuelas.

“Los neurocirujanos no me aseguran nada de cómo quedará. Yo quería que cuando lo despertaran para la cirugía estuviéramos el papá (Gabriel Antonio Taborda) y yo juntos. Así fue y cuando abrió los ojos le preguntó a la enfermera que si y él era el papá y yo la mamá, fue un buen signo para mí, pero luego empezó a hablar incoherencias, hay personas a las que no reconoce, entonces tenemos muchas dudas, miedos”, asegura.

Sin embargo, a los temores les antepone la fe: su sueño es graduarse de bachiller y entrar a la universidad a estudiar idiomas: “quiere ser traductor de inglés y francés, o ingeniero electrónico”.

Por ahora su lucha está concentrada en el cuarto 715. Ni ella ni el padre de Juan Gabriel han puesto denuncia formal ante la Fiscalía por este caso -“no tenemos cabeza para nada más”-, por lo que aún no hay abierto un proceso para establecer el paradero de la joven que ocasionó el accidente. Mientras este proceso no exista, el caso a nivel judicial está quieto.

Dora Luz dice que solo piensa en que su hijo regrese a casa sano y sin problemas neurológicos. A estos les teme porque además de haber quedado varios días inconsciente, el golpe que recibió en la cabeza fue tan fuerte que la camioneta sobre la que cayó sufrió pérdida total.

“En este momento no tengo sentimientos de venganza, ni rabia, ni odio. Creo en la justicia divina, es todo lo que le puedo decir sobre ese tema”, puntualizó al final de una entrevista en la que afloraron su llanto, su sonrisa, las preguntas, el miedo, el pesimismo, el dolor y, sobre todo, la esperanza. La más necesaria cuando un hijo lucha en una cama de hospital por sobrevivir y la madre está ahí, tomando su mano para pedirle que se quede, que aún hay toda una historia por vivir y compartir... .

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD