La canciller Laura Sarabia le dijo a EL COLOMBIANO que lo anunciado este martes por al Ministerio se mantendrá. La extensión por 11 meses para la impresión de pasaportes seguirá en manos de Thomas Greg and Sons, aunque la gobernanza de los datos estará en manos de funcionarios de la institución pública y se buscará un nuevo modelo.
Esto sucede a pesar de los comentarios del presidente Gustavo Petro en el Consejo de Ministros, en donde se refirió al excanciller Álvaro Leyva y dijo que “por no hacerme caso se metió en un problema en la Procuraduría”. Lo cierto es que esa licitación se decidió a favor de Thomas Greg, la firmó el entonces secretario general de la Cancillería y luego se suspendió. Por eso la empresa empezó a alistar los argumentos jurídicos para interponer una demanda internacional por más de 100.000 millones contra el Estado, pero cuando se extendió el contrato original decidió declinar a esa exigencia.
La cancillería tomó la decisión de manera técnica para garantizar que no haya problemas con la expedición de pasaportes, pero es claro que al presidente no le gustó. Petro ha dicho desde el inicio de la discusión hace más de dos años que la licitación era amañada y que debía cumplirse el principio de pluralidad de oferentes y competencia en la licitación. Thomas Greg and Sons llevaba varios años ganándose ese contrato millonario y hubo quejas de los competidores que decían que había mejor tecnología por precios más bajos.