Al presidente Iván Duque Márquez, a partir de este domingo, le quedan 385 días al mando. Son los últimos 12 meses y 3 semanas de su jefatura de Estado y desde ya anuncia que después del 7 de agosto de 2022 –cuando entregue el poder– seguirá activo en la política colombiana. Dice que quiere continuar opinando y que, sin referirse con nombre propio a ninguno de los cinco expresidentes vivos que tiene Colombia –todos vigentes en el escenario público–, espera hacerlo para aportar y “nunca para destruir”.
Estas reflexiones surgen durante la entrevista con EL COLOMBIANO, la cual se realizó el jueves tras su visita a las obras de Hidroituango, desde donde reconoció que habrá un sobrecosto de 2,1 billones de pesos para la culminación de este proyecto. De hecho, afirma que en noviembre del próximo año deben estar funcionando sus dos primeras turbinas, tal cual se comprometió ese día junto al alcalde Daniel Quintero y el gobernador (e) Luis Fernando Suárez, o todo el país sentirá un alza en sus facturas de energía eléctrica.
“Este proyecto tiene que concluir por el bien de nuestro país”, advierte el mandatario, quien también señala que es necesario que Fiscalía, Procuraduría y Contraloría se pronuncien de fondo sobre los expedientes que llevan –desde lo penal, disciplinario y contractual– por cuenta del retraso que tuvo la obra tras la contingencia del 28 de abril de 2018 cuando se taponó el túnel auxiliar de desviación del río Cauca.
EL COLOMBIANO indagó al Presidente por otros aspectos también de impacto nacional, como la viabilidad política de que en pleno año pre-electoral el Congreso le apruebe una reforma tributaria con la que se busca un recaudo de 15 billones de pesos para paliar el golpe social y financiero desatado por la pandemia. Duque asegura que hay consenso en torno al proyecto que su gobierno bautizó “ley de inversión social”, pero les dice a los legisladores que, en medio de lo posible, no modifiquen el texto que se radique para evitar efectos secundarios sobre ese respaldo.
Además, ratifica que se impulsará en el Capitolio una reforma de la Policía, presionada –entre otras cosas– por los casos documentados de uso excesivo de la fuerza denunciados durante las protestas que comenzaron el pasado 28 de abril, pero deja claro que su estructura continuará en el Ministerio de Defensa protegiendo su naturaleza civil. Duque señala que no será movida hacia la cartera del Interior porque eso abriría la puerta a la politización del monopolio que tiene el Estado para el uso de las armas.
En el siguiente diálogo periodístico con EL COLOMBIANO el Jefe de Estado también advierte que el país “no está exento de populismos y de demagogia” de cara a las elecciones presidenciales del otro año, pero asegura que “los colombianos saben quiénes son los que enarbolan las banderas fracasadas que hemos visto en otros países” para evitar darles su voto.
Y, frente a la coyuntura, Duque advierte que en las protestas anunciadas para este 20 de julio no se permitirán bloqueos porque “son ilegales”. De paso, plantea varias preguntas que, a su juicio, la justicia de Haití debe resolver en torno al magnicidio del presidente Jovenel Moïse, caso por el cual se rastrea el accionar de 24 colombianos señalados de tener algún grado de responsabilidad en un hecho que tiene en jaque la estabilidad de esa nación
“Hidroituango va a generar una reducción en las tarifas”
Presidente, usted vino a Antioquia, entre otras cosas, porque por fin se retoma la recta final de Hidroituango. Una buena noticia con un sobrecosto de $2,1 billones...
“No es “al fin”, porque yo llevo visitando Hidroituango prácticamente tres años, lo he hecho más de 5 veces y hemos acompañado desde el momento en que estaba terminándose el relleno prioritario hasta ahora, en el que se retoma la obra en el punto en que estaba antes de la contingencia. Y hemos acompañado el proceso a través de distintas agencias. El mensaje importante es que Hidroituango retoma la obra en el punto en que estaba hasta el momento de la contingencia; también, que la primera turbina estará funcionando en junio de 2022 y, la segunda, en noviembre de 2022. Si bien el Gerente (de EPM) hablaba de sobrecostos, estos terminan pagados por la rentabilidad del proyecto. Este proyecto va a representar más del 17 % de la capacidad instalada de energía que tiene Colombia; la entrada en funcionamiento de Hidroituango va a generar una reducción en las tarifas de energía en todo el país, aparte de ganar mucha más competitividad en la cobertura del sistema de asignación de energía que tiene hoy Antioquia”.
¿Ese dinero no se le carga ni a la ciudadanía ni al departamento?
“Hay una ventaja y es que estos proyectos, en una empresa como EPM, pueden financiar el endeudamiento a más largo plazo. Lo importante es que el proyecto se retome y que sus dos turbinas entren en funcionamiento el año entrante. Si Hidroituango llegara a tener una demora adicional, que fuera más allá de noviembre de 2022, eso significa un alza en las tarifas de energía para todo el país. Por eso, si bien es un proyecto que tiene lugar en Antioquia, que es financiado por las entidades antioqueñas, lo cierto es que es estratégico para toda la nación. Se trata del proyecto de ejecución de energía más importante en la historia de Colombia”.
A este proyecto lo ha rodeado un temor, un fantasma, y es que pueda pasar algo como lo sucedido en Reficar y todo el lío de corrupción que lo rodeó...
“El caso de Reficar, que lo conozco bien porque yo hice el debate en el Senado, había dos situaciones. Una, el valor de la refinería en libros y el valor real, que son exactamente iguales; eso quiere decir que la refinería vale lo que se pagó por ella. No obstante, y eso es lo importante en las investigaciones que se hicieron, lo que se presentó en algunos lugares fueron ferias de contratos, en las que las asignaciones de los mismos entrañan una responsabilidad de personal administrativo. En el caso de Hidroituango hay una contingencia grande, que afectó la entrada en operación del proyecto; si no se hubiera presentado la contingencia, el proyecto hubiera entrado en funcionamiento en 2020. Es decir, hay un retraso de aproximadamente 18 meses, pero es importante destacar que ya se retomó a pesar de que muchos le apostaban a la destrucción, algunos hasta con intereses políticos. Aquí todo el pueblo antioqueño se unió para sacar adelante este proyecto estratégico para el país. Por supuesto, esperamos que las investigaciones que están curso por parte de los entes de control se adelanten. Necesitamos que el proyecto entre en funcionamiento, pero también que los organismos de control cumplan su papel”.
Pero, le insisto: ¿corremos o no el riesgo de ver otro Reficar?
“Lo que tienen que establecer las autoridades es si hay algún tipo de responsabilidad contractual porque no se haya cumplido con algún requisito, lo cual es una investigación que está en curso; también, si hay algún tipo de responsabilidad de carácter ingenieril en alguna de las fallas. Pero lo cierto, y eso es importante, es que todo el sistema de seguros también ha obrado y oportunamente; seguros y reaseguros. Espero que la Contraloría y la Procuraduría se pronuncien, y también si hay algún hallazgo penal pues que la Fiscalía se pronuncie”.
¿Cómo ve la propuesta de venta que le hizo la Gobernación a EPM?
“A quien les corresponde analizar eso es a EPM y a la Gobernación de Antioquia. Tendrán que mirar si la propuesta es atractiva, si le sirve al proyecto, si sirve también desde el punto de vista financiero. Nosotros en eso lo que simplemente podemos hacer es ser espectadores por un lado, y, por el otro, reguladores en lo que corresponda a las entidades de vigilancia y control”.
En Medellín hay expectativa por la financiación de la Nación al Metro de la 80...
“Está, porque no solo ya firmamos el acta de cofinanciación, sino que además hicimos en un año y medio lo que normalmente duraba una década: estudios, análisis y acta de cofinanciación con la que la Nación aporta el 70 %. La ventaja de este proyecto es que las ciudades siguen creciendo y, por ende, los sistemas de transporte masivo deben crecer en coordinación y consonancia con la extensión de las ciudades. Esto debe hacerse con un transporte más limpio que ayude a reducir el número de emisiones de gases de efecto invernadero y, por otro lado, que genere mejor calidad de vida. El proyecto del Metro de la 80 lo acompañamos y lo vamos a cofinanciar”.
Su Gobierno ha trabajado en torno a las vías 4G en Antioquia; ¿esto en qué va?
“Aquí teníamos los proyectos más importantes que, estando en un debate de EL COLOMBIANO como candidato, me comprometí a sacar adelante: Mar 1, avanzando de manera acelerada; Mar 2, también avanzando con buena velocidad; Pacífico 1, Pacífico 2 y Pacífico 3 avanzando y espero, como mínimo, entregar dos, aunque ojalá pueda entregar los tres; las vías del Nus, que también son importantes. Y tenemos otros proyectos importantes que, si bien no son de cuarta generación, sí van a ser transformadores como es el caso de Puerto Antioquia, donde hemos trabajando acompañando la iniciativa privada con los entes de regulación; este también será vital. Nuestro compromiso con Antioquia es indeclinable y siempre tiene la misma intensidad”.
“El vandalismo tiene que ser enfrentado”
¿Qué lectura le da a lo que pasa en las calles que, a propósito, fue la pasada reforma tributaria la que motivó parte de las marchas que se anunció vuelven este 20 de julio?
“No quiero volver al pasado, a la discusión de la reforma anterior porque ya tenemos una nueva. Lo cierto es que si se revisan las convocatorias del paro anterior, venían desde dos meses antes de radicada la reforma; de hecho, esa reforma se retiró y siguieron las protestas. Yo creo que hay personas que han elevado su voz pacífica y genuinamente, y otras que han pretendido hacer de esto una especie de precampaña electoral de cara al año entrante. Frente a lo que la gente pide pacífica y genuinamente en la calle, como educación gratis, ahí lo está dando la reforma con la matrícula gratis universitaria, técnica y tecnológica pública. Otras personas están pidiendo una renta básica, pero nosotros ya teníamos el Ingreso Solidario. Otras personas piden programas de estímulo para la generación de empleo, sobre todo en los jóvenes que son los más afectados, y la reforma trae ese componente. Y las personas que piden que se les ayude a salir adelante a las pequeñas y medianas empresas, y a las microempresas, también estamos extendiendo el Paef. Entonces, creo que también hay una especie de sincronización entre muchos pedidos legítimos y pacíficos que hemos visto en las calles y el interés genuino de nuestro gobierno de atender esta problemática social”.
¿Le preocupa el 20 de julio y el anuncio de nuevas manifestaciones?
“Las protestas pacíficas son una cosa, pero la violencia, el vandalismo y el terrorismo urbano de baja intensidad tienen que ser enfrentados con la Constitución y la Ley. Claramente hay personas que genuinamente han elevado su voz pacíficamente y deben ser escuchadas y atendidas. Pero también somos claros en que aquí hay unos grupos que pretenden acudir al vandalismo y a la destrucción. Y hay información de inteligencia, que ha sido compartida con alcaldes y gobernadores, que indica que esas personas pretenden ese día, el 20 de julio, y en días subsiguientes, atentar contra el patrimonio público. Por eso, la labor que tenemos es, coordinadamente, proteger la Constitución y la Ley. El Gobierno cumpliendo su función y los gobernadores y alcaldes la suya. Una cosa es que haya expresiones de liderazgo de distintos sectores, pero otra que se creen islas de anarquía de las ciudades porque tiene que preservarse el orden constitucional”.
Eso quiere decir que no se van a permitir bloqueos, por ejemplo...
“Es que son ilegales. Debemos entender que en una democracia uno puede buscar reivindicar sus derechos, pero no puede hacerlo pisoteando los de los demás. Hay personas que perdieron más con los bloqueos que en un año y medio de pandemia. Hay gente buscando que haya más empleo y que se cierren brechas sociales, la forma es hacerlo reactivándonos, no boicoteando la reactivación que no es de Iván Duque ni de su Gobierno, es de toda Colombia. Una cosa es que busquemos reivindicar causas y ser escuchados en democracia, y otra muy distinta que seamos tolerantes contra las cosas que son violatorias de los derechos de los demás y que son delitos para los que el Código Penal tiene penas muy claras”.
Por el paro, su gobierno comenzó unos diálogos sociales. ¿Qué resultados dieron?
“Hay cosas muy positivas. Por ejemplo, lo que se ha venido haciendo en los diálogos de juventudes es interesante, porque muchos han respaldado la iniciativa de matrícula gratis y la hemos construido con ellos; muchos jóvenes han hablado del incentivo para la generación de empleo y ahí está. De hecho, la semana pasada estuvimos en Cali y, concretamente, reunidos con el sector de caña, panela y avicultor y todos se comprometieron a generar 1.500 empleos rurales. Y algo que yo considero va a ser la más importante conquista democrática de la ciudadanía juvenil y es que el 28 de noviembre tendremos la elección popular de los consejos municipales de juventud. No hay en el mundo una experiencia similar, donde un país decida elegir a los representantes de los jóvenes para que puedan interpretar sus posiciones y convertirlas en políticas públicas. Me atrevo a decir que esto, desde el punto de cultivar nuevos liderazgos e incidir en políticas públicas, puede ser más importante de lo que fue el movimiento estudiantil de los años 90 y 91.
“Es una necesidad estabilizar las finanzas”
Ya anunció la reforma tributaria 2.0, aunque aún no se conoce el texto final. ¿Esta vez sí tendrá éxito con esta iniciativa?
“Este proyecto más que llamarse reforma tributaria realmente es una ley de inversión social. Es el programa social más grande en la historia de nuestro país. Muchas personas están pidiendo una renta básica y eso es Ingreso Solidario, por lo que lo estamos extendiendo hasta diciembre del 2022, fecha hasta la que vamos a tener 3,7 millones de familias vulnerables recibiendo en sus casas una transferencia no condicionada. Muchas personas están pidiendo en las calles educación gratuita, y nosotros ya habíamos empezado ese proceso con Generación E; cuando vino la pandemia sacamos el fondo de solidaridad educativa y básicamente, en este momento, tenemos con esta propuesta matrícula gratis como política de Estado permanente, para llevarles a cerca de 800.000 estudiantes de universidades públicas y de instituciones técnicas y tecnológicas públicas la matrícula gratuita. Es la conquista social más importante en términos de educación que ha logrado Colombia. También estamos dando el subsidio del 25 % para contratar jóvenes entre 18 y 28 años, equivalente a pagar la seguridad social, con lo que podemos generar más de 600.000 empleos juveniles. Y vamos a extender el subsidio a la nómina, que va a permitir proteger a más de 3 millones de trabajadores hasta diciembre de este año, lo que es un mecanismo para subsidiar alrededor del 40 % del salario mínimo legal mensual. Todo eso nos lleva a proteger más de 10 millones de hogares, es decir, casi la mitad de la población colombiana. No se le toca el bolsillo a ninguna persona natural. Estamos dejando el descuento del ICA sobre renta, que estaba previsto llegara al 100 %, en el 50 %. Además, habíamos bajado el impuesto de renta de empresas del 37 al 33 %, pero, ante los efectos de la pandemia, lo vamos a subir al 35 % con el apoyo del sector privado, de la Andi, del Consejo Gremial. Y los propios bancos han asumido la sobretasa del 3 % adicional sobre el impuesto de renta. Todo esto, sumado con la política de austeridad y la lucha contra la evasión, y a seguir regularizando la entrada de patrimonios colombianos no declarados en el resto del mundo, nos va a permitir tener cerca de 15 billones de pesos”.
Todo eso suena bien. Pero, ¿su reforma tiene el respaldo político para pasar?
“Ya vimos algo muy importante: a los gobernadores y a los alcaldes respaldar el proyecto, y vimos los pronunciamientos de partidos de gobierno e independientes respaldando el proyecto. El sector privado y estudiantes también lo respaldan. Es un consenso muy importante, porque no es una victoria de Iván Duque, sino de Colombia. Es una necesidad de Colombia estabilizar las finanzas y proteger a los más vulnerables”.
Su llamado al Congreso, entonces, ¿es que no le modifique el texto que presente?
“En la medida de lo posible, lo que deberíamos hacer es transitar con el menor número de modificaciones sobre la base de los consensos alcanzados. Con el nivel de consenso que tenemos podremos tener una aprobación en el menor tiempo posible”.
“Nuestro país nunca se ha dejado seducir por demagogos”
Presidente, ¿cuál cree que es el legado de Duque?
“Hay varios, pero resalto uno. Este es un gobierno que va a dejar grandes reformas sociales para la historia de Colombia. La matrícula gratis, es equidad; las mayores ventas y subsidios de vivienda de interés social, es equidad; la mayor cobertura del sistema de salud, la extensión de las unidades de cuidados intensivos, la vacunación de 35 millones de colombianos, es equidad; cuando vemos la mayor inversión en infraestructura, vías terciarias, acueductos, electrificación en nuestro país, es equidad. ¿Cuál es la bandera nuestra? La que dijimos en nuestro plan de desarrollo: este es el gobierno de un pacto por Colombia y un pacto por la equidad. Nuestro legado será esa equidad social”.
¿Cree que habrá o debe haber continuidad de ese legado después del 2022?
“Hoy tenemos gobiernos de cuatro años y no hay reelección. Todos los gobiernos siempre llegan con sus propias agendas, lo cual es respetable, por supuesto. Pero también se debe saber construir sobre lo construido y creo que, en eso, nuestro gobierno lo ha hecho frente a programas sociales que vienen del gobierno anterior o de otros gobiernos. Yo creo que hay muchos temas de agenda que esperamos tengan continuidad. Por ejemplo, la matrícula gratis, el subsidio para generar empleo joven, la transformación energética y la transición hacia energías renovables, los avances en materia de infraestructura, espero sigan siendo defendidos y tengan continuidad con mi sucesor o sucesora. En fin, yo creo todos los gobiernos deben llegar con sus agendas, pero también deben darles continuidad a las políticas de Estado que han producido resultados”.
¿Cómo le va con el Centro Democrático?, es su partido, pero también lo critican duro...
“No hay un solo Centro Democrático. Somos un partido, el que me eligió, pero yo no gobierno para un partido sino para todos los colombianos, reconociendo que, por supuesto, yo he sido militante del Centro Democrático. Pero ahí también hay matices y, de hecho, dentro de la candidatura que yo gané, con 16 encuestas, yo representaba una postura de centro. Hay quienes tienen una posición más hacia un ala y otros que puedan tenerla con mayor defensa del centro, eso es normal. Yo no creo en el unanimismo dentro de los partidos ni pretendo que funcionen como si se tratara de instituciones de pensamiento único. A mí no me molesta que haya críticas ni que haya disentimiento. Yo tengo una ventaja cuando le hablo al partido: yo gané la candidatura del partido con 162 propuestas, que después fueron enriquecidas en mi trabajo con nuestra vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y pasamos a 203. Esas propuestas fueron las que nos llevaron a la mayor votación en una primera vuelta y a la mayor votación en la historia de Colombia. ¿Qué hacemos nosotros? Gobernar con nuestras propuestas. Si hay alguien dentro o fuera del partido que no le gustan, perfectamente podrá votar el año entrante por otras en la democracia”.
En ese partido afirman que Colombia está en riesgo en el 2022. ¿Cree lo mismo?
“Creo que siempre las democracias latinoamericanas tienen factores de riesgo y yo sí creo que Colombia no está exenta de populismos y de demagogia de aquellos que quieren incendiar a la sociedad, que la quieren fracturar, que la quieren dividir entre ricos y pobres, de aquellos que quieren estar alimentando odios de clases. Esos riesgos están. Pero nuestro país nunca en su historia se ha dejado seducir por esos cantos de sirena de los demagogos que son pan para hoy y hambre para mañana”.
En ese partido le ponen el nombre de Gustavo Petro a lo que usted está diciendo...
“Yo no le voy a poner nombres a eso. Solo creo que los colombianos saben discernir y saben quiénes son los que enarbolan las banderas fracasadas que hemos visto en otros países, pero también creo que hay candidatos importantes en este momento y que han tenido importantes ejecutorias cuando fueron gobernantes locales. Los colombianos sabrán elegir entre quienes quieren vender la demagogia y entre quienes quieren construir con pedagogía”.
“No gobernamos por encuestas”
¿Va a sacar a la Policía del Ministerio de Defensa?
“Sobre eso hay una discusión que ha sido, a mi modo de ver, manejada con un criterio no histórico, porque la Policía nació en el Ministerio de Gobierno y durante 60 años pasó por momentos muy buenos y muy malos, en los que se politizó hasta el punto en que los directorios políticos llegaban a exigir que el comandante de Policía estuviese afiliado a un partido y los ascensos se hacían en función de la presión de los jefes políticos. Fue en el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, en 1953, en el que se trasladó al Ministerio de Defensa; pero después, Alberto Lleras, ese gran demócrata y estadista, en 1958, fue el que dijo que la Policía debía quedarse en el Ministerio de Defensa respetando su naturaleza civil. La propia Constituyente del 91, que tuvo ese debate, reconoció la naturaleza civil de la Policía, pero le da el mandato de proteger la convivencia y la seguridad ciudadana y, por ende, ha tenido que estar con el resto de las fuerzas. No es una Policía solo de seguridad ciudadana, porque también enfrenta terrorismo, narcotráfico y tiene capacidades aéreas. Es integral y única en el escenario latinoamericano. Trasladar la Policía al Ministerio del Interior no responde a su naturaleza integral y puede volver a incubar riesgos. La Policía tiene toda la justificación, la razón y el fundamento estratégico para seguir en el Ministerio de Defensa”.
Presidente, ¿en qué va todo lo de Haití que, incluso, hasta circuló una foto suya con el dueño de la empresa señalada de reclutar a los colombianos acusados de mercenarios?
“Cuando se presentó el asesinato del Presidente de Haití elevamos nuestra voz de rechazo ante un hecho execrable de esa naturaleza. Haití es una nación amiga, hermana, con la que hemos mantenido una gran relación diplomática. Cuando se insinuó que podría haber colombianos involucrados, lo que hicimos fue prestar toda nuestra colaboración. Hemos suministrado información que es muy importante, como la de la empresa CTU que compró los tiquetes de los señores que llegaron allá. Y hemos estado reconstruyendo la historia de cómo fueron reclutados, con familiares y personas cercanas. En esto soy claro: por la responsabilidad de quien esté detrás de ese magnicidio, que involucre ciudadanos colombianos, se debe aplicar todo el peso de la ley. Además, he visto que como hay personas que estuvieron en el servicio de la fuerza en años anteriores han tratado de satanizar a la fuerza. Seamos claros: en Colombia todas las personas que van retirándose de las fuerzas, y sobre todo quienes han sido soldados profesionales, tienen un trabajo previo y asistido para cuando van a salir. Solo en los últimos 10 años han salido más de 80.000 soldados profesionales y aquí se trata solo de 24 personas sobre las que hay investigación. No se puede satanizar ni estigmatizar a quienes han pertenecido a la fuerza, es injusto y tiene un interés politiquero. Sobre la foto, es de un evento público que se hizo en Miami, a comienzos de 2018, donde una persona me pidió una foto; es más, creo que me tomé fotos con varias personas aquí afuera antes de comenzar esta entrevista, al igual que previamente en Hidroituango. Eso no tiene ningún misterio”.
Pero, ¿conocía o no al venezolano Antonio Intriago, dueño de CTU?
“No, porque el señor aparece en un evento público en el que había personas de las diásporas colombiana y venezolana, y no hubo ninguna reunión. Pero, adicionalmente, lo que hay que esclarecer es quién es el señor. Además, si esa firma está domiciliada en Estados Unidos, ¿por qué termina pagando tiquetes de personas que llegan a Haití?; ¿por qué si una firma está interesada en perpetrar un atentado deja tanta trazabilidad?; ¿será que los que conocían de ese hecho eran todos o solo un grupo pequeño? Todo lo están averiguando las autoridades haitianas con el respaldo de la Policía colombiana”.
A usted lo celebraron por joven y lo critican por lo mismo, las encuestas no le favorecen y también es tradición que los expresidentes no se retiran del debate político tras dejar el poder. ¿Qué hará después del 2022?
“Toda la vida me han criticado por joven y ahora seré, a partir de agosto de 2022, el expresidente más joven; entonces, seguramente habrá quienes me seguirán criticando. Lo cierto es que este ha sido un gobierno que ha tratado de motivar una transformación y modernización. Este ha sido el gobierno que más ha empoderado a la mujer en la historia del país: primera mujer vicepresidenta, primera mujer en el Ministerio del Interior. Además, hemos tenido un gabinete con gran presencia y participación de la mujer. Este gobierno ternó a una mujer que fue elegida Procuradora por primera vez y ha acompañado todo lo que ha sido una política de empoderamiento de género. Este es el gobierno de la cuarta revolución industrial que ha impulsado la formación de 100.000 programadores, y que más ha estimulado el emprendimiento en las industrias creativas. Tenemos una agenda de modernidad que interpreta el sentir de una juventud. Y de las encuestas, pues hay de todo tipo, he tenido buenas, malas, regulares. Las encuestas son como un electrocardiograma, según las pulsaciones de los momentos; entonces, no gobernamos por encuestas. Mi interés frente al futuro es seguir sirviéndole al país, pero de una manera distinta. Seguiré defendiendo las banderas en las que creo. Volveré a la academia y seguiré escribiendo. Cualquier contribución que yo haga en el escenario político después del 7 de agosto de 2022 será para aportar y construir, nunca para destruir”.
Eso se traduce en que Duque también seguirá en la política después del 2022...
“La política tiene muchas formas de hacerse. Yo no volveré a aspirar a cargos de elección popular, seguramente; pero yo contribuiré en temas que considero importantes para Colombia y el mundo. Sí lo seguiré haciendo”.