Es noble en extremo. Nunca se ve envuelto en polémicas extrafutbolísticas. Su nombre solo suena por lo que hace en la cancha y, en las últimas semanas, se ha dedicado a impresionar al mundo.
¿Es fácil ser elegido como el mejor jugador del partido en tres de los cuatro duelos que ha disputado su equipo en el Mundial de Clubes? No. ¿Es sencillo destacar, jugando en un cuadro de Suramérica, en un torneo donde están los mejores clubes europeos? La respuesta es la misma.
Pero Jhon Arias, un chocoano de 1,68 metros de estatura, con una potencia física imponente, lo ha conseguido. “El Pelé colombiano” como lo bautizó la prensa brasileña ha sido, para muchos, el mejor jugador del naciente “Mundialito” que se juega en Estados Unidos.
Al gol que marcó ante Ulsan Hyundai, le suma dos asistencias: una frente al elenco coreano y otra contra el Inter de Milán en el duelo de octavos de final, con el que su cuadro consiguió el paso a cuartos, donde están los ocho mejores equipos del torneo.
Arias, quien es padre de una niña que en septiembre cumplirá un año de nacida y que se ha robado el show en el Mundial de Clubes cuando la ha puesto a caminar en el césped de los estadios, tras el final del partido, es un hombre mesurado, sencillo.
Al recibir los premios no se halaga a sí mismo. Por el contrario, habla del trabajo en equipo, de la importancia del triunfo de su club, siendo representante de Suramérica, frente a un cuadro europeo, todopoderoso, con mayor poder adquisitivo.
También mencionó a Colombia. Habló del país con el acento chocoano que lo caracteriza, pero en portugués. Eso es lo que define a Arias: se mantiene apegado a sus raíces, es el representante universal del lugar donde nació, creció y del que, gracias a su esposa, no se aleja jamás.
Su esposa también es chocoana. Se casó con ella en 2023 y, cada que marca un gol, hace una señal con los dedos de la mano que, para muchos puede estar relacionada con el rock (levanta el meñique, el pulgar y el índice), pero él manifestó que es un símbolo que lo une con ella, una dedicatoria íntima, de amor.
¿Arias, el colombiano ejemplar?
Eso define a Jhon Arias. Su personalidad y carácter también lo han puesto en el radar de varios clubes de Europa. El tema, que antes parecía pasar desapercibido, ahora es fundamental en un jugador, sobre todo cuando llega al Viejo Continente, donde compiten los mejores del mundo.
Si no, miren los problemas que ha tenido Jhon Jáder Durán, quien tiene un carácter fuerte y, aunque es talentoso, parece que los entrenadores no soportan la “altanería” que demuestra en algunos momentos. Hay quienes dicen que es “bueno creerse el cuento”, para poder destacarse, pero esa situación no se puede salir de control.
Arias lo hace bien. El hombre responde con fútbol, en la cancha. Ahí es cuando se lo ve molesto, peleando cuerpo a cuerpo con los rivales y aprovechando la técnica exquisita de la que es dueño.
Por eso y más, Arias se ha convertido en el verdadero nuevo prospecto de futbolista colombiano, el que muchos jóvenes deberían mirar, imitar para destacarse a nivel internacional. Jhon lo ha hecho varias veces. No solo en este “Mundialito”. También en la edición que se disputó en 2023, donde Fluminense fue subcampeón contra Manchester City, mientras que el chocoano se quedó con el balón de bronce: fue el tercer deportista más destacado.
¿Néstor Lorenzo desaprovecha a Jhon Arias?
Al contrario, lo utiliza de volante mixto en la línea de tres que muchas veces arma con Jéfferson Lerma y Richard Ríos. Ahí, aunque Arias cumple un buen papel, se mueve de buena manera, genera ataque, no es determinante. Por eso, se piensa que Lorenzo desaprovecha el talento del chocoano que, con su forma de ser tranquila, tiene al mundo mencionando su nombre: el nuevo prospecto criollo.