Dos colombianos hacen parte de las decenas de migrantes que fueron detenidos en Los Ángeles durante las redadas que el Servicio de Control de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) adelantó en los últimos días y que desataron una ola de disturbios que desencadenaron el despliegue de la Guardia Nacional en la segunda ciudad más importante de los Estados Unidos.
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Y es que el ICE desplegó uno de los operativos más grandes contra indocumentados en lo que va del segundo gobierno de Donald Trump, quien prometió, desde antes de volver a la Casa Blanca, una lucha frontal contra la migración.
Durante la semana pasada, en varias ciudades de California como San Diego y Los Ángeles la escena se repitió: funcionarios del ICE deteniendo de forma arbitraria a migrantes señalados de cometer a algún delito, o ninguno, pues el actual gobierno norteamericano ha dejado claro que quien “ingresa ilegalmente a EE. UU. es un criminal”.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue la primera mandataria en confirmar que 35 mexicanos habían sido detenidos en las redadas. “Los mexicanos que viven en Estados Unidos son hombres y mujeres de bien (...) ¡No son criminales!”, insistió. Pero hay indocumentados detenidos de otros países, como Colombia.
Este lunes, tras la publicación de la Casa Blanca de un listado preliminar de los migrantes detenidos durante las redadas se identificaron al menos dos hombres de origen colombiano: Diego Hernando Quiñones Alvarado y Julián Riveros Cadavid.
Aunque se desconocen detalles como sus edades, ciudades de origen y cuánto tiempo llevan en Estados Unidos, el gobierno sí tipificó los delitos que, presuntamente, cometieron los dos colombianos y que llevaron a su detención.
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En el caso de Quiñones Alvarado, el gobierno norteamericano señaló que el colombiano tiene una condena por haber manejado bajo los efectos de sustancias y además tiene un arresto por robo. Riveros Cadavid, por su parte, tiene un criminal record por asalto con arma de fuego y porte de ilegal drogas.
Hasta el momento la Cancillería colombiana ni ningún funcionario del Gobierno Nacional se ha pronunciado sobre la situación de detención de estos connacionales, que podrían ser deportados en los últimos días.
Mientras tanto, la situación continuaba tensa este lunes en Los Ángeles tras tres días de enfrentamientos entre las autoridades y los manifestantes por las políticas migratorias de Trump, quien desplegó la Guardia Nacional en esa ciudad para atender los disturbios.
Las manifestaciones empezaron el viernes, 6 de junio, en rechazo a las redadas y fueron aumentando a tal punto que el presidente republicano ordenó el domingo, dos días después, el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad.
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Es la primera vez desde 1965 que un presidente despliega ese cuerpo sin que lo pida un gobernador, una decisión muy criticada por sus opositores demócratas.
El gobernador de California, Gavin Newsom (demócrata) afirmó que la orden de Trump suponía “una seria ruptura de la soberanía estatal (...)”. “Retiren la orden. Devuelvan el control a California”, añadió el mandatario estatal en su cuenta de X.
También el domingo, la policía de Los Ángeles prohibió a la población reunirse en el centro de la urbe. “Deben abandonar inmediatamente el centro de la ciudad”, anunciaron en X. La policía indicó además que se detuvieron al menos 56 personas en dos días. Tres agentes resultaron levemente heridos en los disturbios.
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