Una enfermera fue condenada a prisión perpetua por matar a cinco bebés e intentar acabar con la vida de otros ocho en un hospital argentino.
Se trata de Brenda Cecilia Agüero, quien inyectó de forma irregular potasio e insulina a recién nacidos entre marzo y junio de 2022, tomando dosis de los “carros de paro”, usados para emergencias y sin control de inventario, según la investigación de la fiscalía.
Aún así, Agüero había negado los cargos en enero. Aseguró al tribunal que “no tienen pruebas” y acusó a los medios de pintarla como “asesina serial”, sin serlo.
Otra cosa pensó la justicia. Agüero es “autora penalmente responsable del delito de homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado, cinco hechos, y homicidio calificado por procedimiento insidioso en grado de tentativa reiterado, ocho hechos, informándole la pena de prisión perpetua”, dijo esta semana la secretaria del tribunal.