Ante más de 45.000 personas, el papa León XIV presidió la misa conclusiva este domingo dedicada a la celebración de la Ascensión de Jesús.
En medio de la ceremonia, el sumo pontífice tuvo gestos de ternura con los feligreses desde el papamóvil besando a los más pequeños, bendiciendo a madres y padres y acariciando a los ancianos que conmovidos le extendían sus manos.
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Más tarde, la homilía del papa estuvo dedicada al amor y a la unión familiar, haciéndole un llamado a los padres de familia. Para León XIV, “todos hemos recibido la vida antes de quererla”, y agregó que son especialmente los más pequeños quienes necesitan de los demás.
“Los animo a que sean para sus hijos ejemplos de coherencia, comportándose como desean que ellos se comporten, educándolos en la libertad mediante la obediencia, buscando siempre su propio bien y los medios para acrecentarlo”, detalló el papa sobre el papel de los padres de familia.