Hay un nombre que se ha hecho común en los recientes escándalos que involucran a la administración de Daniel Quintero y a su hermano Miguel. En documentos y versiones de escándalos como el del lote de Carabineros, del desfalco al Área Metropolitana, de Afinia, y de Ecopetrol y de los lujos y enredos del hermano de exalcalde figura el nombre de Sebastián Ortega.
Sebastián es hijo de William de Jesús Ortega Rojas, uno de los políticos más poderosos de Bello en las últimas décadas y el histórico jefe del partido Cambio Radical en Antioquia. Ortega fue concejal de Bello por 15 años; diputado a la Asamblea Departamental de Antioquia en cinco periodos; y representante a la Cámara entre 2002 y 2006. Ortega fue uno de los investigados por parapolítica. En las últimas dos décadas y media amasó poder como político, no solo en Bello, sino en el Oriente, en municipios como Rionegro, Sonsón y Abejorral, sino otras regiones como Bajo Cauca y Occidente, sin contar su influencia en el área metropolitana del Valle de Aburrá. Ortega Rojas también amasó fortuna en esos años, como un próspero constructor del sector hotelero. A Ortega Rojas le prosperó el negocio de compra de tierras a lo largo de la autopista Medellín - Costa Atlántica, corredor en el que montó varios hoteles.
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De la mano del gamonal de Cambio Radical, el joven Sebastián ingresó al mundo de la política, aunque no interesado propiamente en la actividad electoral, sino en el tejemaneje de recursos públicos. Al joven del clan Ortega, que había amasado ya su propia fortuna con establecimientos comerciales en El Hueco, en el Centro de Medellín, la bonanza le tocó la puerta con la administración de Daniel Quintero. Según varias fuentes, además de la influencia que heredó de su papá –de quien dicen está menguado de salud– el joven Ortega habría escalado rápidamente al convertirse en contratista y proveedor estrella tanto de la alcaldía de Quintero como de la Gobernación de Antioquia con sus negocios comerciales.
El negociazo que quisieron hacer con el lote Carabineros
La primera vez que el nombre de Sebastián Ortega salió a la luz fue en mayo de 2022. En ese entonces EL COLOMBIANO conoció el relato que un testigo le entregó a la Fiscalía sobre un turbio negocio que se estaba cocinando sobre el lote de Carabineros, uno de los terrenos más atractivos de Medellín por estar cerca a la Autopista Norte y la carrera 65, al metrocable de Picacho, al Sena de Pedregal y a la Plaza de Ferias. Se le conoce así porque es vecino de la Escuela de Policía Carlos Holguín.
El lote que tiene enredos desde los tiempos de Pablo Escobar, terminó siendo incautado en el año 2000 por la Fiscalía y desde entonces quedó como ahí echando maleza hasta el 15 de julio de 2021 cuando el presidente Iván Duque, en un acto en Medellín, le hizo entrega del lote (hasta ese momento bajo administración de la SAE) al alcalde Daniel Quintero para que fuera usado con fines de “reactivación económica” en medio de la pandemia.
Y en ese momento, Miguel Quintero, hermano del alcalde, se habría lanzado como piraña sobre el lote junto a varios socios para, presuntamente, negociarlo de manera irregular. Según el testimonio de la Fiscalía, quien relató una reunión a la que asistió con un comisionista que le había hablado sobre la posibilidad de adquirir un lote bien ubicado en Medellín. Sin embargo, lo que él pensaba que era una reunión de negocios normal y transparente se convirtió rápidamente en un turbio ofrecimiento. El relato a la Fiscalía indicó que a la reunión llegó Miguel Quintero, quien de manera clara le manifestó: “‘Vea, esto es muy fácil, el propietario del lote es la EDU, ese lote está en papeles entre 10.000 y 12.000 millones de pesos, pero vale 45.000 millones. Entonces se lo compras a la EDU por esa plata, vas y pagas los 10.000 o 12.000 millones que sean, y los 33.000 o 35.000 restantes nos los das a nosotros. Nos los das por debajo’”.
El empresario, escandalizado, dijo que de inmediato rechazó el ofrecimiento y pidió abandonar la reunión, tras lo cual le hicieron otros ofrecimientos, a cual de todos más turbio. “‘¿Y si armamos otra estrategia? Nosotros tenemos unas empresas de minería y en esas empresas te hacemos una facturación o nos compras acciones, y por ahí sacas este valor...’”, habría sido la contrapropuesta de Miguel Quintero, según el testigo.
El cominisionista que invitó al empresario a la reunión, y que actuó como anfitrión de la misma, fue Sebastián Ortega, hijo de William Ortega, a quien el testigo de la Fiscalía dijo conocer por negocios inmobiliarios. El apartamento en el que ocurrió dicha reunión, según varios testimonios, era visitado asiduamente por Miguel Quintero y Ortega, además de varios empresarios y figuras políticas.
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La compra de Afinia
En mayo de 2024, tanto Sebastián como su padre volvieron a protagonizar otro escándalo. Esta vez el encargado de informarlo ante la opinión pública fue el alcalde Federico Gutiérrez, quien contó que a su poder habría llegado un grave testimonio según el cual la gerencia de Afinia habría sido negociada durante el mandato del exalcalde Daniel Quintero, presuntamente a cambio de un pago de 8 millones de dólares.
En el testimonio, según corroboró EL COLOMBIANO, se aseguró que el político detrás del negocio era William Ortega. En reuniones ocurridas tanto en Medellín como en Barranquilla, Sebastián y William se habrían presentado como “los dueños” de la franquicia de Afinia, lo que los autorizaba a controlar la contratación de la entidad, de lo cual se habría desatado un carrusel de contratación que, según una reciente auditoría forense internacional, habría beneficiado a al menos cinco firmas que no eran idóneas para ejecutar los contratos que recibieron. En esta trama están involucrados, entre otros, Emilio Tapia y el turco Hilsaca.
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La presunta cercanía de Sebastián Ortega con Ricardo Roa y sus tentáculos en Ecopetrol
En mayo de 2015, Luis Enrique Rojas renunció a la presidencia de Hocol, filial que tiene Ecopetrol para explorar hidrocarburos. En una dura carta que se conoció apenas en agosto de este mismo año, el directivo denunció presuntos malos manejos dentro de Hocol por parte de varios empresarios cercanos a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, y su pareja Julián Caicedo. Uno de esos empresarios es Sebastián Ortega.
Según señaló Rojas en la carta de 13 páginas, Ortega, habría ofrecido contratos por 3 millones de dólares en el Grupo Ecopetrol al empresario Gustavo Suárez Gutiérrez para que construyera pruebas falsas contra él. Rojas aseguró en el documento que Gustavo Suárez se habría negado a dicho ofrecimiento y se lo había contado directamente.
También involucró a Ortega en supuesta compra de fallos del Consejo Nacional Electoral y de la Procuraduría. Esta información, según Rojas, la habría recibido de mensajes de números procedentes de España en los que le detallaban que tanto en dicho país como en Italia se habrían realizado reuniones entre Ricardo Roa, Julián Caicedo, Juan Guillermo Mancera (reconocido empresario petrolero), Santiago Vargas (quien figura como gran financiador de Colombia Humana) y Sebastián Ortega para comprar fallos del Consejo Nacional Electoral y de la Procuraduría sobre financiación de la campaña presidencial, la cual mantiene a Roa en el ojo del huracán por haber sido el gerente de dicha campaña.
Tras conocerse esta carta, Hocol emitió un comunicado en el que desmintió las afirmaciones hechas por su expresidente, Luis Enrique Rojas Cuéllar.
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Los amiguitos que decidían sobre el Área Metropolitana
Finalmente, la influencia de Sebastián Ortega quedó nuevamente expuesta este domingo 13 de agosto, luego de que Ricardo Calderón en su informe en Caracol Noticias revelara los chats de “los amiguitos” de Miguel Quintero, en el que quedó en evidencia el poder que el hermano de Daniel Quintero ejerció en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, así como nuevas irregularidades como un apartamento lujoso en El Poblado, del cual Miguel Quintero aseguró en el grupo que era de su propiedad, pero que en realidad está –o debería estar– en poder de la Sociedad de Activos Especiales.
En los mensajes se corrobora cómo el hermano del exalcalde, así como el propio Ortega, daban línea en la contratación a Álvaro Villada, subdirector administrativo y financiero del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y que está encochinado hasta el cuello en cada escándalo de corrupción de dicha entidad. Ortega y Quintero le entregan hojas de vida para contratarlos en la entidad.
Sebastián Ortega: (HOJA DE VIDA CÉSAR AUGUSTO CHAVARRÍA) “Este también puede servir, Miguel, es de confianza”.
César Augusto Chavarría fue nombrado en Metroparques como jefe de la Unidad de Logística. Además, su nombre apareció junto al de Álvaro Villada entre los imputados por la Fiscalía por las presuntas irregularidades en los contratos que se firmaron entre Metroparques y el AMVA.
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Álvaro Villada: “Ese el la sobrina, lo paro la secretaria general, allá lo tiene por el tema de asignación salarial”.
Miguel Quintero: “Sí, eso lo sé”.
Miguel Quintero: “Negro que costalado de anzuelos eso allá jajajjajaja Marica se me va a caer el pelo. Deberíamos reunirnos a tomar decisiones”.
Sebastián Ortega: “Ok”.
Álvaro Villada: “R”.
Los participantes del chat incluso sugieren crear un equipo jurídico paralelo en el AMVA para agilizar la contratación de sus fichas. Por ejemplo, se lamentan la falta de celeridad para contratar a una sobrina del exgobernador Luis Pérez Gutiérrez.