La presidencia brasileña de la COP30 publicó este martes un borrador sobre los puntos esenciales de la cita contra el cambio climático, mientras Luiz Inácio Lula da Silva volverá a Belém el miércoles para alentar un acuerdo.
Lea también: “Si el planeta quiere sobrevivir, debe dejar respirar a la Amazonía”: el mensaje que los pueblos indígenas de Colombia llevan a la COP30
Bautizada la COP de la Amazonía, la conferencia de Belém tiene por delante cuatro jornadas de intensas discusiones. La reacción de diversas partes al borrador fue ambivalente.
“Como siempre en esta fase de las negociaciones, esto es un surtido de cosas”, declaró el comisario europeo de cambio climático, Wopke Hoekstra, a la AFP.
El borrador de nueve páginas aborda los puntos más controvertidos de la COP30, que Brasil resumió en cuatro apartados: cómo aumentar la ambición climática, cómo financiarla, qué hacer con las medidas comerciales unilaterales y cómo mejorar la transparencia.
La división entre países desarrollados y en desarrollo marca las negociaciones.
La UE, dijo Hoekstra, descarta revisar los compromisos financieros contra el cambio climático o “dejarse arrastrar a una conversación falsa sobre medidas comerciales”.
La pretensión europea de imponer aranceles climáticos irrita a la mayoría de los 200 países, que consideran esas medidas como barreras unilaterales al comercio.
Y al mismo tiempo, la financiación de la adaptación contra el cambio climático debe ser revisada este año, de acuerdo a pactos previos.
Los sistemas de financiamiento climático están “fallando” a los estados insulares pequeños que se encuentran entre los más vulnerables a los efectos del calentamiento global, clamó el representante de Vanuatu en la COP30, Ralph Regenvanu.
Un texto limpio y temprano
“Es probablemente la primera vez en la historia reciente de las COP que un texto tan limpio se publica tan temprano”, destacó Li Shuo, experto de la Asia Society que sigue las negociaciones en Belém.
La estrategia brasileña es aprobar primero este texto más político y complejo, bautizado como “mutirao mundial”, en alusión a un término indígena que significa discusión en común, para luego votar el resto de medidas el viernes.
El contexto geopolítico es particularmente difícil, con la ausencia de Estados Unidos y el aumento de la producción y consumo de combustibles fósiles.
Brasil quiere mandar una señal de apoyo al multilateralismo, y por eso Lula regresará a Belém, antes de viajar a la cumbre del G20 en Sudáfrica, indicó la presidencia.
Entérese de más: Más de 50.000 personas salieron a las calles en Brasil para presionar a negociadores en la COP30
El ministro británico de Energía, Ed Miliband, pidió defender el Acuerdo de París sobre el clima, que cumple 10 años en 2025, y conservar la “fe en el multilateralismo”.
El proyecto de compromiso incluye numerosas opciones contradictorias.
La presidencia brasileña anunció el lunes sesiones nocturnas para mantener el ritmo.
Una alianza de decenas de países que quieren una hoja de ruta clara para que el mundo acabe con su dependencia de los combustibles fósiles se mostró descontenta con la mención al respecto en el texto.
“La referencia actual es débil y se presenta como una opción: debe ser fortalecida y adoptada“, pidió en rueda de prensa la negociadora climática de las Islas Marshall, Tina Stege.
“Junto con nuestros colegas de Brasil decimos que la hoja de ruta es esencial”, añadió la ministra colombiana de Ambiente, Irene Vélez.
El texto propone, por otro lado, que el informe que sintetiza los compromisos climáticos de los países pueda publicarse cada año, en lugar de cada cinco.
El borrador sugiere triplicar los financiamientos de los países ricos hacia los más pobres para adaptación, para 2030 o 2035, en línea con la demanda de las naciones del Sur.