Ecopetrol y Roa: la conexión con Iacono y el bloque Sinú 9
El nexo entre Roa e Iacono volvió a aparecer en marzo de 2024, cuando una empresa ligada a este último recibió derechos de exploración sobre el bloque Sinú 9, considerado un activo estratégico para el sector energético colombiano.
Según Covington, como lo expuso el medio radial, este vínculo podría motivar el interés de la SEC bajo las disposiciones contables de la legislación estadounidense, que exigen registros financieros precisos y controles internos sólidos para prevenir falsificaciones o representaciones engañosas de activos.
Lo que dice el memorando confidencial
El documento, titulado “Evaluación sobre el posible interés de la SEC en las acusaciones de conflicto de interés”, no deja dudas sobre la preocupación.
“Hasta la fecha (octubre de 2024) la Junta no ha llevado a cabo una evaluación independiente para determinar si Iacono buscó o recibió algún beneficio indebido o ventaja comercial de Ecopetrol en relación con la venta del apartamento a Ricardo Roa”.
Covington concluye que la SEC podría investigar tres cosas: si la compra representó un conflicto de interés, si Ecopetrol tuvo políticas y controles efectivos para detectarlo, y si los registros de la compañía sobre el caso son exactos.
La recomendación de la firma es clara: la junta debe cumplir su compromiso de realizar una investigación independiente sobre las acusaciones vinculadas tanto a la compra del inmueble como a las relaciones comerciales entre Ecopetrol e Iacono.
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Además, la investigación periodística de Daniel Coronell agrega un punto sensible: el precio. Roa pagó 1.800 millones de pesos por el apartamento 901, mientras que un año antes, un inmueble de menos de la mitad de su tamaño en el mismo edificio se vendió por 1.200 millones de pesos.
Covington considera poco probable que la SEC abra un caso por soborno bajo la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA), dado que la compra ocurrió antes de que Roa asumiera la Presidencia de Ecopetrol.
En su análisis, Covington cita precedentes de la SEC contra empresas estatales como Petrobras y Eletrobras, sancionadas por controles internos deficientes, manipulación de criterios de evaluación de ofertas y documentación incompleta o falsa.
Aunque el escenario de soborno directo es descartado, la advertencia es que una eventual investigación por fallas en registros y controles internos podría exponer a Ecopetrol a sanciones y daños reputacionales.
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El otrosí millonario y la investigación inconclusa
También hay que recordar que, en diciembre de 2024, Ecopetrol firmó un otrosí con Covington & Burling por 5,8 millones de dólares para medir el impacto de estas acusaciones en EE. UU.
Según la junta, el acuerdo se firmó a sus espaldas, motivo por el cual fue suspendido el 3 de febrero de 2025.
No obstante, el exgerente de cumplimiento de Ecopetrol, Alberto Vergara, sostiene que la junta sí estaba informada. La consecuencia de la suspensión es que los resultados de la investigación de Covington no se conocen hasta hoy.
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La junta directiva no ha cumplido su compromiso de investigar de forma independiente la compra del apartamento 901 y las relaciones comerciales de Ecopetrol con Iacono y sus empresas, incluidas las vinculadas a NG Energy, de la que Iacono fue CEO hasta febrero de 2024.