En Colombia, tener relaciones sexuales con menores de 14 años es un delito. Sin embargo, en lo que va de 2025, 1.630 niñas de entre 10 y 14 años se convirtieron en madres, según el más reciente informe del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana. El dato, sustentado en los registros del Dane, revela una realidad que va más allá de la estadística: detrás de cada número hay una niña violentada y un Estado que no logra protegerla.
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Aunque la tasa de embarazo adolescente ha disminuido de manera constante durante los últimos diecisiete años, el fenómeno sigue siendo una alerta nacional. Entre enero y julio de 2025, 34.664 niñas y adolescentes de 19 años o menos habían sido madres, lo que representa el 14,2 % de los nacimientos registrados en el país.
La directora del LEE, Gloria Bernal, advierte que el problema es más profundo que una cifra. “Nuestro estudio indica que el embarazo en edades tempranas impulsa la interrupción de los estudios: muchas adolescentes embarazadas suspenden su asistencia al colegio, quedan rezagadas y eso afecta su continuidad educativa. Esto sugiere que la maternidad adolescente no solo es una consecuencia del abandono escolar, sino que funciona también como causa de deserción”, explicó.
El informe analiza los nacimientos en el país desde 2008 y muestra una reducción del 60 % en los embarazos infantiles y adolescentes. En ese período se registraron 10,7 millones de nacimientos, de los cuales 94.146 correspondieron a niñas entre 10 y 14 años, y 2,1 millones a adolescentes entre 15 y 19. Así que mientras en 2008, el 23,4 % de los nacimientos provenía de madres menores de 20 años, para 2024, esa proporción bajó al 15 %, el nivel más bajo en casi dos décadas.
No obstante, los avances globales ocultan profundas brechas regionales. Vichada encabeza la lista con el 24,4 % de nacimientos de madres adolescentes, seguido por Guainía (23,8 %), Magdalena (22,9 %) y Chocó (22,5 %). En contraste, Bogotá registra el porcentaje más bajo, con 8 %, seguida por San Andrés (8,8 %) y Cundinamarca (11,3 %). Esta disparidad territorial refleja los desequilibrios en acceso a salud, educación y protección social entre zonas urbanas y rurales.
El informe también alerta sobre las defunciones fetales asociadas a embarazos tempranos. Solo en 2024 se reportaron 2.869 muertes en gestaciones de niñas y adolescentes, una reducción del 21 % frente al año anterior, pero aún una cifra preocupante. De ellas, 238 correspondieron a niñas de entre 10 y 14 años, y más de dos tercios se debieron a complicaciones maternas. Cada caso, señalan los investigadores, representa una pérdida biológica y un impacto psicológico y social duradero en las jóvenes y sus familias.
A nivel internacional, Colombia ocupa el puesto 65 entre 263 países y regiones en tasa de fertilidad adolescente. Está por debajo de Senegal y México, pero por encima de Ghana y Gambia, lo que indica que, pese a los avances, el territorio nacional sigue en una posición desfavorable frente a los estándares globales.
La segunda cita de Bernal resume la paradoja que enfrenta el país: “En Colombia es delito tener relaciones sexuales con menores de 14 años. Aun así, en 2025 se reportaron 1.630 niñas (10–14 años) como madres. Aunque la tasa de embarazo adolescente disminuye, sigue siendo una alerta y urge fortalecer la prevención del abuso sexual, el acceso a métodos anticonceptivos y la educación integral en sexualidad basada en el respeto y el consentimiento”.
El LEE Javeriana enfatiza que la maternidad temprana perpetúa los ciclos de pobreza y exclusión, y que la respuesta estatal debe ser integral y sostenida. Entre sus principales recomendaciones se incluyen ampliar la educación sexual con enfoque en consentimiento y prevención del abuso, fortalecer la atención en salud y el acompañamiento psicosocial, y garantizar la continuidad educativa de las madres adolescentes.
Además, propone reforzar los mecanismos de denuncia y promover campañas que desmantelen los estigmas asociados a la maternidad juvenil; y concluye que la reducción sostenida de las tasas demuestra que las políticas públicas pueden marcar la diferencia, aunque advierte que la inercia institucional sigue poniendo en riesgo la vida y los proyectos de miles de niñas, ya que la maternidad infantil no solo vulnera derechos fundamentales, sino que refleja una deuda social que el país no ha logrado saldar.
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Por lo pronto, mientras las cifras muestran una tendencia descendente, los investigadores del LEE insisten en que cada nacimiento en una niña menor de 14 años es una tragedia evitable. El desafío, señalan, es mantener las cifras en descenso y garantizar que ninguna niña vea truncado su futuro por un embarazo producto del abuso o la falta de protección.
Preguntas sobre este artículo:
¿Cuántas niñas menores de 14 años fueron madres en Colombia en 2025?
Según el informe del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana, basado en datos del DANE, 1.630 niñas entre 10 y 14 años se convirtieron en madres en 2025. El estudio advierte que este fenómeno, además de ser una vulneración de derechos, refleja fallas en la prevención del abuso sexual infantil.
¿Qué regiones de Colombia registran más casos de embarazo adolescente?
Los departamentos con mayor incidencia son Vichada (24,4 %), Guainía (23,8 %), Magdalena (22,9 %) y Chocó (22,5 %). En contraste, Bogotá, San Andrés y Cundinamarca presentan las tasas más bajas. Estas cifras muestran las brechas sociales y de acceso a salud y educación entre regiones rurales y urbanas.
¿Qué recomienda el informe del LEE Javeriana para reducir el embarazo infantil?
El estudio propone fortalecer la educación sexual integral, garantizar acceso a métodos anticonceptivos y atención en salud, y reforzar los mecanismos de denuncia del abuso sexual. También plantea acompañamiento psicosocial y educativo a las madres adolescentes para evitar la deserción escolar y romper los ciclos de pobreza.