Alguna vez ha escuchado la expresión “es que tengo sangre dulce para los mosquitos”, bueno, la ciencia tiene una respuesta para aquellas personas que son picadas más que otras por estos insectos.
Una nueva investigación ha revelado que no se trata solo del olor corporal o la temperatura del ambiente, pues, el grupo sanguíneo tendría un papel fundamental en esto.
Durante años, las picaduras de mosquitos se han atribuido a factores como el sudor o incluso la “sangre dulce”, una expresión popular sin base científica. Sin embargo, recientes estudios han demostrado que ciertos elementos biológicos y fisiológicos hacen que algunas personas sean naturalmente más atractivas para estos insectos.
La ciencia ha identificado una serie de características que van desde el olor que emite el cuerpo o el color de la ropa, que usan los mosquitos como guía para elegir a su objetivo.
¿Por qué nos pican?
Un estudio realizado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres concluyó que los mosquitos tienen una predisposición por las personas con sangre tipo O.
De hecho, durante la investigación se encontró que este grupo sanguíneo podrían recibir hasta el doble de picaduras que quienes tienen tipo A o B.
Esta preferencia por el grupo O, se relaciona con factores como la composición química de la piel y la forma en que esta emite señales que los mosquitos detectan a distancia.
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No obstante, el grupo sanguíneo no es el único factor que convierte a alguien en un blanco perfecto para estos insectos.
El estudio recalca en una serie de agentes, combinados, crean un “atrayente biológico” irresistible para los mosquitos. La investigación también advierte que personas con enfermedades como la malaria son más propensas a ser picadas, como consecuencia de los cambios fisiológicos que produce esta enfermedad aumentan el olor corporal y la temperatura.
Por otro lado, a diferencia de lo que algunas personas podrían pensar, el uso de perfumes, lociones y cremas con fragancias florales puede hacer que una persona sea aún más atractiva para los mosquitos, al emular el olor de las plantas de las que los mosquitos se alimentan.