Una joven denunció que el pasado 17 de octubre, en la zona T de Bogotá, fue intoxicada mientras viajaba en una moto solicitada por aplicación, luego de usar un casco que, según ella, tenía un fuerte olor químico.
La mujer contó que al finalizar su jornada laboral, hacia las 11:30 p. m., pidió una moto por aplicación ante la dificultad para conseguir transporte debido a la lluvia. A pesar de notar que el conductor tenía una calificación baja (3,7) y más de 1.600 viajes, aceptó el servicio.
“Cuando me puse el casco sentí un olor muy fuerte, como a alcohol o algo químico. Pensé que estaba mojado, pero el olor era tan penetrante que me empezó a marear”, relató la víctima a Noticias RCN.
Durante los primeros minutos del trayecto, comenzó a sentir debilidad y hormigueo en las manos. “Le pedí al conductor que se detuviera para acomodar el casco. Apenas frenó, me tiré de la moto y corrí hacia una pareja que estaba cerca”, explicó.
Asustada, buscó refugio en un restaurante y fue trasladada a un centro médico, donde los especialistas confirmaron signos de intoxicación. Aunque los exámenes no detectaron rastros de drogas comunes, los médicos le indicaron que pudo haber inhalado una sustancia no identificada.
La mujer fue dada de alta tras varias horas en observación, pero aún presenta dolor de cabeza y somnolencia. No ha interpuesto denuncia formal, aunque decidió hacer pública su historia para advertir a otros pasajeros: “Si el casco huele raro, no se lo pongan. Es mejor perder el viaje que arriesgar la vida”.