La Fundación Santa Fe de Bogotá emitió en la mañana de este domingo el segundo parte médico oficial sobre el estado de salud del precandidato presidencial y senador Miguel Uribe Turbay, gravemente herido en un atentado ocurrido la tarde del sábado 7 de junio en el occidente de Bogotá, exactamente en la localidad de Fontibón, en el barrio Modelia.
Según el comunicado, autorizado por la familia, el político de 39 años ingresó en estado crítico al servicio de urgencias la noche anterior y fue sometido de inmediato a procedimientos quirúrgicos neuroquirúrgicos y en el muslo izquierdo. Tras la operación, fue trasladado a cuidados intensivos para su estabilización postoperatoria.
“El estado reviste la máxima gravedad y el pronóstico es reservado”, concluye el parte, firmado por el director médico Dr. Adolfo Llinás Volpe.
El ataque ocurrió hacia las 5:30 de la tarde del sábado, cuando Uribe Turbay realizaba una correría política en el barrio Fontibón, en el occidente de Bogotá. Ocho detonaciones interrumpieron el evento y una bala impactó al senador por la espalda, perforándole el parietal izquierdo del cráneo, lo que lo dejó inconsciente en el lugar de los hechos.
Imágenes difundidas muestran el caos: tres hombres intentaban contener la hemorragia mientras simpatizantes gritaban consternados. Una ambulancia que circulaba por la zona lo auxilió de inmediato, evitando que fuera trasladado en la camioneta del concejal Andrés Barrios, también del Centro Democrático.
Inicialmente, fue atendido en la Clínica Medicentro, pero hacia las 7:30 p.m. fue remitido a la Clínica Santa Fe, en el norte de Bogotá, para atención especializada. Fuentes médicas indicaron que el disparo generó una fractura craneal sin afectación directa a la masa encefálica, lo que abrió una mínima ventana de esperanza.
La intervención quirúrgica practicada fue una craniectomía descompresiva, procedimiento usado para reducir la presión intracraneal en traumas severos.
¿Quién disparó y por qué?
El principal sospechoso del atentado es un menor de edad, identificado en cámaras de seguridad mientras huía cojeando, arma en mano. Fue capturado tras un forcejeo con escoltas y agentes, y permanece bajo custodia en la Clínica Colombia, donde también son atendidos otros dos heridos: un hombre y una mujer.
En la escena del crimen, en la carrera 82 con calle 22C, se incautó una pistola tipo Glock, ahora bajo custodia judicial. La Fiscalía y el CTI desplegaron un equipo de más de 30 investigadores en el lugar para reconstruir minuto a minuto lo sucedido. La fiscal general Luz Adriana Camargo aseguró que se priorizará la identificación de los autores intelectuales del ataque.
Condena nacional e internacional
El hecho desató un rechazo generalizado en el país. Gabriel Vallejo, presidente del Centro Democrático, confirmó que Uribe Turbay seguía con signos vitales y condenó el ataque como un “atentado contra la democracia”. El expresidente Álvaro Uribe calificó lo ocurrido como un crimen contra “una esperanza de la Patria”.
Desde el exterior, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, calificó el ataque como un resultado de la “violenta retórica izquierdista” en Colombia, sugiriendo responsabilidad del presidente Gustavo Petro. “No puede permitirse volver a tiempos oscuros de violencia política”, escribió.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables, y ordenó el despliegue de todas las capacidades operativas de las Fuerzas Militares y de Policía.
Un mensaje presidencial que generó polémica
Tras el atentado, el presidente Petro publicó un mensaje en su cuenta de X que fue ampliamente criticado por su ambigüedad y falta de claridad. “Ay, Colombia y su violencia eterna. Quieren matar al hijo de una árabe en Bogotá...”, escribió, generando desconcierto por aludir a la madre del senador, Diana Turbay, asesinada en 1991, y por asumir erróneamente que Uribe Turbay había fallecido.
La Presidencia de la República emitió luego un comunicado más formal condenando el atentado y reiterando su compromiso con la protección de todos los actores políticos.
Reacciones de todos los sectores
Figuras de todos los partidos expresaron su solidaridad. El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, dijo en redes: “¡Acaba de ser víctima de un atentado!”. La senadora Paloma Valencia pidió a Dios por su salud. María Fernanda Cabal, también precandidata, exigió garantías para la oposición.
Otros como Humberto de la Calle, Claudia López, Jota Pe Hernández, David Luna y Enrique Peñalosa coincidieron en que el atentado marca un punto de quiebre peligroso en la política colombiana, y exigieron detener la espiral de polarización y violencia.