Hay ideas que se convierten en sueños y que se quedan en la mente, en las ganas, por varios años. Hacerlas realidad requiere, además de visión, un poco de suerte o quizá también conocer a la persona correcta, en el momento indicado. Eso les pasó a Pilar Restrepo y a Erica Zuluaga. La primera creadora de Pi Project, una marca de joyería contemporánea y la segunda de Carmen Experimental, que sigue el legado ceramista de su familia en El Carmen de Viboral.
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Lo particular de esta historia es que tanto Pilar como Erica querían unir la joyería con la cerámica, cada una lo pensó por su lado, lo soñó. “Yo en 2022 me fui a vivir a El Retiro y le dije a mi esposo que quería que la próxima colección de Pi Project saliera del Oriente antioqueño y como soy una apasionada del color pensé en El Carmen de Viboral”, cuenta Pilar.
Erica, por su parte soñaba que Carmen Experimental, una empresa que tiene con su hermano, hiciera joyería en cerámica, “tuvimos un acercamiento con varias personas, pero no era lo que yo quería y yo tenía esa idea en la cabeza y creo que eso se atrae”.
La historia de este encuentro entre Pi Project y Carmen Experimental
En estas historias siempre hay un enlace y en este caso fue el artista plástico José Ignacio Vélez. Pilar hizo una residencia con él, “y al finalizar le dije que yo quería hacer una linea de joyería con El Carmen de Viboral. En ese momento él no me dijo nada y seis meses después me llamó”.
Esa llamada se dio porque justo Erica le había dicho su idea a José Ignacio –que además es asesor de los talleres Renacer, Vivoral (con v ambas) y Carmen Experimental– y ahí se dio la primera llamada.
En 2022 Pilar y Erica se conocieron y comenzaron a unir sus ideas. “Empezamos a trabajar y fue muy lindo porque el mismo José nos ayudó a encontrar el camino, que la inspiración era El Carmen de Viboral y con Erica comenzamos a coger fragmentos de los platos, a pulir la pincelada con las decoradoras y a pensar en la paleta de color”, detalla Pilar.
La colección y el premio Lápiz de Acero
Tras mucho trabajo y dedicación, pensar en las piezas, en qué pincel usar para decorar cada trozo de un collar, de una pulsera, de un anillo; en quemar las esferas de cerámica en el horno y demás detalles, las piezas viajaron desde El Carmen al taller de Pilar que está en Bogotá y ahí se armó el resto con toques de anudados con hilos fosforescentes y herrajes de plata reciclada, todo tan bien pensado que incluso “esos herrajes tienen forma de pincelada, de esos pétalos que hacemos en la cerámica del Carmen”, detalla Erica.
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En total fueron 30 referencias entre collares, aretes, pulseras, anillos y broches que se lanzaron en septiembre del año pasado. Hay unas piezas vaciadas que luego de una primera quema se decoran, se esmaltan y pasan a otro proceso de quemado. Hay otras modeladas una a una, a mano, “se les hace la perforación y el mismo proceso de la vaciada y otras que son prensadas en un molde”, cuenta Erica.
Tanto Pilar como Erica son arquitectas de profesión, saben que los premios Lápiz de Acero son el reconocimiento más importante del diseño colombiano y a Pilar se le ocurrió la idea de presentarse con esta colección en la categoría de joyería.
Primero salieron nominadas y en mayo de este año fue la premiación y resultaron ganadoras. “Estamos muy felices, es nuestro primer Lápiz de Acero, somos dos talleres que se unen para sacar una colección que ha sido muy elogiada, diferente y hemos llegado incluso a museos increíbles como el Museo de Arte Moderno de San Francisco y al Getty Center de los Ángeles. Alli se están viendo las pinceladas del Carmen y eso es demasiado lindo”, precisa Pilar.
Ambas quieren seguir trabajando juntas y al final concluyen que lo más lindo es el trabajo en equipo. Pi Project tiene 6 personas en planta y en Carmen Experimental son 18 personas, “el trabajo de mi equipo y su profesionalismo es de resaltar”, concluye Erica quien añade que tras tanto desear hacer unas joyas de ensueño llegó Pilar, la persona indicada, en el momento indicado. Esas coincidencias que a veces no se pueden explicar, pero que a todos nos pueden pasar.
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