Ecuador, que en 2024 declaró un conflicto interno ante el aumento de la violencia de bandas del narcotráfico, calificó como “grupos armados organizados” a tres disidencias de las FARC y del ELN de Colombia.
El gobierno del presidente Daniel Noboa sostiene desde el año pasado una guerra contra el crimen organizado, que ha convertido al país en uno de los más violentos de Latinoamérica con un asesinato cada hora.
El mandatario decretó identificar como “grupos armados organizados” a las disidencias Frente Oliver Sinisterra y Comandos de la Frontera, de la extinta guerrilla de las Farc; y a los Comuneros del Sur, del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Consideró que esas agrupaciones colombianas tienen “incidencia dentro del conflicto armado interno en el territorio ecuatoriano”.
Su gobierno actualizó así la información de inteligencia sobre las estructuras criminales que “se involucran en el desarrollo del conflicto armado interno, con el propósito de implementar las medidas de seguridad que garanticen la soberanía nacional”, señaló el decreto presidencial.
Rebeldes de los Comandos de la Frontera, que negocian la paz con la administración del presidente colombiano, Gustavo Petro, atacaron el viernes pasado con fusiles y explosivos a un escuadrón militar ecuatoriano que realizaba una operación contra la minería ilegal en la selva amazónica, con saldo de 11 uniformados muertos y uno herido.