Cuando Ana Escobar se radicó al otro lado del mundo, se dio cuenta de que la gente de allá vestía de negro, a diferencia de la gente de su natal Medellín. Incluso ella misma adoptó ese cromatismo para su vestuario, algo de lo que le hicieron caer en cuenta sus familiares en sus visitas a la capital de la montaña. Con el color del trópico y de las montañas en mente, y luego de una carrera en puestos gerenciales en Australia, la paisa creó Lmnd, una marca que vistió de colores a los australianos. Fundada en 2018, Lmnd ya hace presencia en más de veinte países, entre ellos, por supuesto, en Australia, Reino Unido, Suiza y los Estados Unidos.
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En conversación con EL COLOMBIANO, Ana contó que su marca de ropa es la consecuencia natural de su vida multicultural. Ella estudió diseño industrial en Medellín antes de regresar a Australia, donde inició su carrera en el sector de la moda. Tras trabajar en empresas importantes del ramo, donde ocupó cargos directivos, identificó un nicho en el mercado: la falta de prendas básicas bien confeccionadas, con color y a precios democráticos.
El nombre, Lmnd (abreviación de Limonade), destila una visión fresca y optimista. A diferencia de otras firmas que priorizan el lujo o las tendencias efímeras, Ana se centró en piezas versátiles, como camisas y shorts, diseñadas para adaptarse a climas cálidos, entre ellos los de Australia y el sudeste asiático.
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El inicio de la pandemia en 2020 representó un desafío para la industria de la moda, pero Lmnd logró adaptarse rápidamente. Con el cierre temporal de su tienda física en Sídney, Ana redirigió sus esfuerzos al comercio electrónico. Esta decisión resultó clave: las ventas en línea crecieron de manera significativa, permitiéndole mantener operaciones y consolidar su presencia digital.